Vara de Rey gana espacio para los peatones con aceras hasta los 5 metros, sin aparcamientos y con un nuevo carril bus

La calle Vara de Rey, en su tramo comprendido entre las calles Huesca y Gran Vía, ganará espacio para la circulación de los peatones, con aceras que se ampliarán hasta los 5 metros, sin aparcamientos -desaparecerán 37 plazas libres- y con un nuevo carril bus, el primero con el que contará Logroño y que tendrá vocación de permanencia.
Vara de Rey ganará espacio para los peatones, con actuaciones desde la próxima semana
Vara de Rey ganará espacio para los peatones, con actuaciones desde la próxima semana
AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO
Vara de Rey ganará espacio para los peatones, con actuaciones desde la próxima semana

Son las medidas que ha avanzado este jueves el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, que se incluyen dentro del programa 'Logroño Calles Abiertas', que pretende dar soluciones a la "movilidad segura y sostenible derivada del alivio del confinamiento", con redes básicas para peatones y ciclistas y pacificación del tráfico como ejes.

Los criterios para decidir las actuaciones, como ha recordado el edil, son "la densidad de población, que se observa es más elevada en los barrios del centro; la concentración de comercios y de otros centros de interés; las calles con aceras más estrechas; o la continuación de los itinerarios principales".

Todo, ha asegurado Caballero, "con la idea de beneficiar el tránsito de las personas y favorecer las actividades". En el caso de Vara de Rey, las actuaciones se van a iniciar desde la semana próxima, "con rapidez, puesto que son acciones sencillas", con señalización horizontal y vertical o bolardos, en principio, "sin obras de envergadura".

El concejal ha recordado que el tramo de Vara de Rey entre Huesca y Gran Vía tiene 470 metros de longitud, con unas 1.100 viviendas en las que residen 1.800 personas, "lo que significa una densidad bastante elevada", a lo que ha sumado "abundante actividad comercial de todo tipo".

Además, ha añadidoel hecho de ser "vía de conexión principal entre el Norte y el Sur de la ciudad", con las urbanizaciones de Avenida de Madrid y con el municipio de Lardero. En este sentido, ha apuntado que "la recorrían, antes de la pandemia, unos 20.000 vehículos al día en los dos sentidos", junto con varias líneas de transporte urbano.

"Todo esto unido hacía de Vara de Rey una de las calles con más ajetreo de la ciudad, una de las vías más ruidosas y contaminadas de Logroño", ha señalado el concejal, que ha reseñado que "contaba con una superficie repartida para beneficio de los coches, que ocupaban el 70% del espacio".

Ha sumado, igualmente, aceras "en muchos tramos de menos de 3 metros de anchura"; carriles de circulación amplios "lo que favorecía la velocidad alta, con más accidentes, contaminación y ruido"; la doble fila "que prácticamente anulaba un carril en cada dirección"; o la "notable lejanía" entre pasos de peatones, sobre todo entre Gran Vía y Pérez Galdós.

SOLUCIONES.

Ante estas circunstancias, Caballero ha argumentado la necesidad de "adoptar actuaciones rápidas con soluciones provisionales", con tres objetivos en mente.

El primero, "ampliar el espacio para los peatones, eliminando la banda de aparcamientos y sumándolo a las aceras, que pasan a tener hasta cinco metros de anchura", de manera que se suman más de 1.600 metros cuadrados de superficie peatonal a la calle.

En segundo término, "habilitar un carril de circulación exclusivo para autobuses urbanos", uno en cada sentido, "que también podán ser usados por bicis y patinetes eléctricos". Serían los primeros carriles bus de Logroño "con la intención de prolongarse en el tiempo" y, posteriormente, ampliarse a otras zonas de la ciudad.

Y, en tercer lugar, "reducir la velocidad de circulación, con carriles más estrechos y con un trazado algo sinuoso", que estará determinado por zonas de carga y descarga "más amplias" y la colocación de los contenedores en grupos alternando ambos lados de la calle "y sin que se disminuya la anchura de la acera en ningún caso".

Las paradas del transporte urbano se mantendrán como hasta ahora; se colocarán rampas provisionales en los bordillos; y se integrarán los itinerarios accesibles actuales.

Por último, "se eliminarán las 37 plazas de libre aparcamiento que existen actualmente, un número escaso con el que no se favorecía al comercio y suponía, en cambio, más circulación para buscar estacionamiento". Sí se mantendrán las 6 plazas para personas con discapacidad.

Con todo ello, como ha afirmado Jaime Caballero, se busca "una movilidad sostenible, que coincide con nuestro modelo de ciudad amable, combinada con la seguridad en el tránsito que va a ser necesaria mientras se tenga que convivir con el peligro de contagios".

Toda la estrategia 'Logroño Calles Abiertas' "que contemplará muchas más actuaciones en próximos meses", se va a poder consultar en la página web municipal.

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