Según recuerda el Ejecutivo asturiano, la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar convoca cada año esta línea de subvenciones con el fin de facilitar la permanencia de niños y niñas en situación de desprotección en su propio núcleo. Se trata de que el acogimiento se produzca dentro de la familia extensa, de modo que se evite el ingreso de los pequeños en centros especiales y sufran el impacto más leve posible.

Actualmente, en el Principado hay 344 menores en esta situación de acogida, de los cuales 276 viven de manera permanente con sus familiares, 67 de manera temporal y uno en régimen de urgencia. En el 42% de los casos son los abuelos los que se hacen cargo de sus nietos y nietas cuando se encuentran en desamparo. También les ofrecen refugio los tíos paternos o maternos y otros allegados.

La mayoría de los niños y niñas acogidos dentro de su propia familia tiene entre 13 y 15 años, seguidos por los que están en la franja de 10 a 12. Por municipios, Gijón es el que registra más acogimientos de este tipo (72), por delante de Oviedo (70), Avilés (49) y Langreo (30).

El pasado enero, el Ejecutivo acordó aumentar hasta 700 euros al mes las ayudas a familias que acogen a menores con los que no tienen ningún parentesco, para financiar los gastos de manutención, educación, asistencia sanitaria y otras necesidades. A esta modalidad de acogimiento en familia ajena se destinan este año 1,4 millones, una cantidad que aumenta un 4,29% respecto a 2019, con el propósito de fomentar el acogimiento de menores de 0 a 6 años y evitar su ingreso en centros especiales.