El INE recuerda que estos datos son consecuencia del impacto de la crisis sanitaria y la suspensión de la apertura al público de muchos locales y establecimientos minoristas por la declaración del estado de alarma y calcula que en torno a un 46 por ciento de las empresas del país permanecieron cerradas al público.

Se trata, en concreto, de la novena menor caída de las ventas del comercio minorista que en abril descendió en todas las comunidades autónomas lideradas por Canarias (-39,7 por ciento), Islas Baleares (-39,0 por ciento) y Andalucía (-34,0 por ciento), con menor incidencia en Galicia (-23,4 por ciento), Castilla-La Mancha (-26,2 por ciento) y País Vasco (-27,2 por ciento).

Además, en lo que va de año las ventas del comercio por menor también registran tasa negativa en Castilla y León (-10,3 por ciento), dos décimas más que en España donde han caído un 10,1 por ciento.

A nivel nacional, con este desplome, el mayor de toda la serie histórica, las ventas del comercio minorista encadenan dos meses consecutivos de retrocesos después de haberse hundido en marzo más de un 14 por ciento.

En cuanto a la ocupación, Castilla y León registra el séptimo menor descenso del país en la evolución del empleo del comercio minorista que cayó en todas las comunidades autónomas en tasa anual lideradas por Islas Baleares (-6,3 por ciento) y Canarias (-3,4 por ciento) y menor incidencia en La Rioja (-0,3 por ciento).

En comparación con el mes anterior la ocupación ha caído ocho décimas en Castilla y León, tres décimas menos que en España (-1,1 por ciento), mientras que en lo que va de año ha caído una décima (-0,2 por ciento en el resto del país).

El INE señala que el efecto del estado de alarma sobre el comercio minorista se ha visto diluido por la posibilidad de las empresas de acogerse a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs), en los que el personal sigue formando parte de la empresa.