¿Qué es un niño superdotado o con altas capacidades? ¿Cómo pueden reconocer los padres que tienen un hijo con aptitudes excepcionales? Y todavía más, ¿qué importancia tiene para el futuro del niño reconocer de manera temprana este talento?
Para la Asociación Española de Pediatría (AEP), un niño con altas capacidades es aquel que muestran una elevada capacidad de rendimiento en las áreas intelectual, creativa y/o artística; posee capacidad de liderazgo o sobresale en áreas académicas específicas.
Además, la AEP señala que la alta capacidad intelectual se puede manifestar de tres formas:
- Sobresalir en todos los ámbitos de la inteligencia (percentil 75), lo que indicaría una superdotación.
- Alta puntuación en una o varias aptitudes intelectuales pero no en todas (percentil 90), que se denomina talento.
- Alta capacidad intelectual (superdotado o talento) que además muestra una alta creatividad y productividad, que se considera genio.
Aunque siempre se ha asociado el término superdotado con un alto coeficiente intelectual (mayor de 130 para la Organización Mundial de la Salud), la Asociación Española de Superdotados y con Talento (AEST) hace tiempo que insiste en que este tipo de medición es arcaica porque hay muchos tipos de altas capacidades y cada caso es único. En la actualidad los especialistas en el diagnóstico de altas capacidades valoran el CI como un indicador más y tienen en cuenta otros indicadores cuantitativos y cualitativos como son la creatividad, el estilo de aprendizaje, el desarrollo evolutivo, y otras características propias de la alta capacidad.
También se insiste en diferenciar entre la precocidad intelectual de las altas capacidades. Por ejemplo, niños que comenzaron a hablar antes de los dos años o a leer y escribir antes de sus compañeros de clase. ¿Qué quiere decir esto? Que todos los niños superdotados son precoces intelectualmente pero no todos los precoces acaban siendo niños con altas capacidades.
¿Por qué es tan importante detectar que un niño tiene altas capacidades?
Como explica la AEST en su web www.altascapacidadesytalentos.com, que cuenta con el apoyo de la Obra Social ‘la Caixa’: “tener un informe que confirme la existencia de esas altas capacidades ayuda a los padres a comprender muchas actitudes y a eliminar otro tipo de sospechas. El objetivo no es la ‘etiqueta’ sino la atención de las necesidades del niño”.
Por otro lado, se estima que el número de niños superdotados detectados está muy por debajo del número real. Si se atiende al criterio de coeficiente intelectual superior a 130, entre un 2 y un 55 de la población infantil sería superdotada. Esto quiere decir que en España tendría que haber unos 200.000 cuando la realidad es que en la actualidad son poco más de 27.000 los casos valorados.
La Asociación explica también que a pesar a su alta capacidad cognitiva, si no se detecta de una forma eficaz, estos niños pueden tener bajo rendimiento escolar. De hecho, según datos del Ministerio de Educación: el 70% rinde por debajo de sus posibilidades y entre un 30 y 50% presentan fracaso escolar. “Son niños que en clase destacan por su expresión verbal, pero pueden tener una mala grafía (porque su procesamiento cognitivo va por delante de su madurez psicomotora para la escritura). Aunque pueda parecer contradictorio, su gran memoria, atención y motivación puede traducirse en clase como desgana y falta de finalización de tareas cuando éstas no le interesan”.
Por lo tanto la identificación temprana por parte de un especialista cualificado es clave, ya que permite aplicar de forma precoz medidas psicoeducativas, realizar adaptaciones curriculares y evitar posibles problemas en el ámbito personal, social y académico.
¿Cómo pueden identificar los padres que sus hijos tienen altas capacidades?
Según los datos facilitados por AEST, en el 98% de los casos son los padres los primeros que detectan señales de altas capacidades de sus hijos y en el 70% de los casos la identificación es correcta. Por lo tanto, su papel es fundamental en este proceso. ¿Cuáles serían estas señales más que evidentes y en qué momento pueden manifestarse? Estas son algunas de las más importantes:
Hasta los dos años
- Son bebés muy demandantes que se sobrestimulan con facilidad.
- Alto nivel de coordinación psicomotriz, levantan la cabeza antes del primer mes de vida.
- Dicen su primera palabra en torno a los cinco meses de vida.
- Son bebés muy demandantes que se sobrestimulan con facilidad.
- Alto nivel de coordinación psicomotriz, levantan la cabeza antes del primer mes de vida.
- Dicen su primera palabra en torno a los cinco meses de vida.
- Son capaces de mantener una conversación a los dos años y su vocabulario es extenso y fluido para su edad.
- Memorizan cuentos, refranes o canciones hacia los dos años y medio.
- Son capaces de dibujar la figura humana y realizar puzzles de 20 piezas en torno a los dos años y medio.
Entre los tres y los seis años
- Aprenden a leer y a escribir de forma autodidacta entre los tres y los cuatro años y poseen un vocabulario muy amplio para su edad.
- Tienen una gran imaginación y creatividad. Crean sus propios cuentos, historias, dibujos...
- Muestran desde muy pequeños una memoria privilegiada: tanto a corto como a largo plazo y son capaces de recordar imágenes, sonidos y objetos con un nivel de detalle muy preciso.
- Hipersensibilidad sensorial: reaccionan de forma exagerada a cualquier cosa que altere alguno de los cinco sentidos como una luz excesiva, el ruido, una etiqueta que pique o un olor fuerte.
- Suelen ser muy intensos emocionalmente hablando (por ejemplo, reaccionan de una forma exagerada a una película triste), tienden a preocuparse y a identificar las emociones de los demás.
- Les preocupan temas relacionados con la existencia como la muerte, la existencia de Dios o nuestro origen. Algo les puede generar un estado de ansiedad difícil de manejar o miedo.
- Tienen una curiosidad insaciable y comprenden las explicaciones de forma muy rápida.
Desde los seis años
- Al ser niños con una gran creatividad e imaginación, disfrutan con actividades poco comunes a otros niños de su edad: el ajedrez, el cálculo o la pintura y la música.
- No suelen mostrar interés por los deportes y esto les lleva a tener unas relaciones sociales más pobres.
- No encuentran aficiones ni puntos en común con otros niños de su edad (deportes, dibujos animados...), por lo que se sienten más cómodos relacionándose con los adultos con los que suelen compartir más intereses.
- Son muy independientes, competitivos y no les gusta perder, por lo que a veces tienen rabietas o comportamientos que podrían considerarse por debajo de la madurez emocional que se les presupone por edad.
- Poseen un radical sentido de la justicia y la equidad. Y cuestionarán la autoridad y las normas si estas no están argumentadas y tienen sentido para ellos.
- Tienen un pensamiento crítico y divergente, es decir, les gusta buscar posibles soluciones a un único problema y son muy creativos a la hora de abordar distintos asuntos.
- Presentan habilidades de liderazgo.
¿Qué hacer si se sospecha que un niño tiene altas capacidades?
Según recomiendan en altascapacidadesytalentos.com lo más importante es valorarlo cuanto antes. En España, los padres pueden solicitar de forma oficial la atención por parte del Equipo de Orientación de la Consejería de Educación que le corresponda, según la etapa escolar en la que se encuentre el niño. Ellos serán los encargados de iniciar un procedimiento de detección que culminará, en caso de ser positivo, con el informe de altas capacidades del niño realizado por la administración educativa competente (Consejería de Educación de la correspondiente comunidad autónoma).
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