Aunque monopolizado por la crisis en el Ministerio del Interior, la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha dado también para recordar compromisos electorales y, por qué no, ir buscando apoyos para la última prórroga del estado de alarma, con el presidente marcando distancias con el PP e intentando tender puentes de nuevo con ERC. El respuesta a las dos preguntas que se le han dirigido, Pedro Sánchez ha asegurado que derogará en parte la reforma laboral del PP y también que reactivará la 'mesa de diálogo' sobre Cataluña.
El presidente del PP, Pablo Casado, le ha vuelto a censurar su pacto con Bildu y Sánchez ha confirmado que piensa derogar en parte la reforma laboral. A requerimiento del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha asegurado que mantiene su disposición al “diálogo” sobre Cataluña, en la ‘mesa de diálogo’ que pactó para su investidura con los independentistas.
Hace casi una semana del pacto entre el PSOE y Bildu para derogar “de manera íntegra” la reforma laboral que provocó un terremoto político y económico, también dentro del Gobierno, y Casado no ha perdido ocasión de reprocharle a Sánchez estar “dispuesto a pactar con el diablo para permanecer en la Moncloa”. Con el acuerdo con Bildu, sin embargo, Sánchez “cruzó el Rubicón” para “alargar el confinamiento con todos” con una formación heredera de quienes secuestraban, ha dicho Casado.
Todo esto, para preguntarle al presidente si piensa derogar la reforma laboral de 2012, aprobada pro la mayoría absoluta del PP.
A los reproches por Bildu, Sánchez ha recordado a Casado que su portavoz en el Senado, Javier Maroto, también pactó con esta formación en el ayuntamiento de Vitoria.
Sobre la reforma laboral, el presidente se ha referido este miércoles al compromiso que figura en el pacto de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, para eliminar los aspectos más “lesivos” de la legislación laboral vigente y ha recordado que ya se ha empezado eliminando las bajas por enfermedad como motivo de despido procedente.
“Lo importante es el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y UP” para “recuperar derechos laborales arrebatados en la reforma de 2012, por ejemplo, el despido por baja [de enfermedad] que hicimos el 19 de febrero” y para “reconstruir consensos sociales rotos, como el diálogo social”. “Vamos a recuperar los derechos laborales arrebatados y reconstruir los derechos sociales rotos por su antigua administración”, ha dicho Sánchez.
El presidente ha zanjado la cuestión situándose en medio de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias -que rechazó la marcha atrás que dio el PSOE y dicho que el pacto con Bildu para derogar totalmente la reforma laboral iba a cumplirse- y su vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, que trató de apagar el incendio que provocó con la patronal afirmando que abrir ahora el debate sobre la reforma laboral era “absurdo” y “contraproducente”.
Última prórroga
La sesión de control al Gobierno ha vuelto a mostrar este miércoles duros reproches entre Sánchez y Casado, que hacen difícil pensar en que el PP pueda apoyar en algo al Ejecutivo. Para empezar, a la última prórroga del estado de alarma que el Gobierno se dispone pedir al Congreso hasta final d junio. De hecho, el PSOE y el Gobierno terminaron culpando al PP y su falta de apoyo de he haber tenido que pactar con Bildu. Este miércoles, Casado le ha afeado que “culpa al PP”, cuando “lleva meses exigiendo un plan b a la alarma”.
Casi tres meses después de decretarse la alarma, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, avanzó ayer un “plan b” del Gobierno por si el Congreso no aprobara la sexta y última prórroga. En ese caso, preparará un real decreto ley para poder mantener las restricciones en los territorios que vayan más rezagados en la desescalada.
'Mesa' con ERC
A pesar de que Sánchez ya pergeña una alternativa al estado de alarma, como le pide casi toda la oposición, el ‘plan a’ es buscar una mayoría parlamentaria para la última prórroga. Este miércoles, el presidente ha vuelto a buscar a ERC, en un intercambio con su portavoz parlamentario con un tono mucho menos duro que las última dos votaciones, en las que los republicanos votaron ‘no’ a mantener la alarma.
Rufián le ha preguntado si está dispuesto a mantener la ‘mesa de diálogo’ y Sánchez ha contestado que es un compromiso de investidura, que mantiene. Todo, un día después de que en una especie de propósito de enmienda por Bildu, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, asegurara que esta vez no están dispuestos a negociar para la prórroga cosas distintas a la cuestión sanitaria.
“Ustedes tienen un compromiso con nosotros, hablar de diálogo, una mesa de diálogo y negociación”, ha recordado Rufián al presidente.
“En muchas intervenciones he dicho que vamos a reactivar la comisión bilateral de diálogo entre el Gobierno y el Govern”, ha dicho Sánchez, en alusión a la ‘mesa’. “Nosotros, lo que vamos a hacer es mantener nuestro compromiso de investidura y agradecer de nuevo su actitud constructiva”, ha dicho al portavoz de ERC.
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