Se acabaron los días en que las administraciones recomendaban el transporte privado frente al público para combatir la pandemia. El alcalde de la capital advierte a los madrileños que "el transporte público es seguro" y que "no va a ser necesario la utilización del vehículo privado". Y es que "con las medidas de precaución que se han establecido, ir en transporte público no supone un riesgo adicional a cualquier otra actividad", ha apuntado este miércoles Martínez-Almeida. En este sentido el Ayuntamiento apuesta por el transporte público a través de dos medidas: una ampliación de carriles bus provisionales en la ciudad y la vuelta a la penalización por aparcar el vehículo privado en la calle.

El equipo de Almeida ha presentado un proyecto de ampliación de la red de carriles bus sumando 45 kilómetros a los 148 existentes. Una operación que el alcalde calificó como "la más ambiciosa de la historia" de la ciudad y que supondrá un 30% más de espacio exclusivo para la circulación de este transporte público.

Los nuevos carriles bus tienen carácter provisional pero, según los resultados que arroje su puesta en marcha, "una parte significativa pasará a formar parte de la red de modo definitivo", señala el área de Medio Ambiente y Movilidad, dirigida por Borja Carabante. 

La mejora supondrá 32.000 plazas de los que se beneficiarán tanto los madrileños que viven en el centro de la ciudad como, sobre todo, los que residen fuera de este tramo. En concreto, se habilitarán 8,5 kilómetros más de carriles bus dentro de la M-30, un total de 17,8 kilómetros en barrios del exterior de la M-30 y otros 19 kilómetros en nuevos desarrollos urbanos.

Los 45 kilómetros adicionales de carriles exclusivos para el uso de autobuses municipales y taxis, estarán ubicados en un total de 37 vías pertenecientes a 15 distritos de Madrid: Chamberí, Hortaleza, Chamartín, Ciudad Lineal, San Blas-Canillejas, Retiro, Centro, Arganzuela, Moratalaz, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y Fuencarral-El Pardo. El total de líneas de la EMT que van a discurrir por los nuevos carriles asciende a 79, es decir, un 37% del total de la red de autobuses municipales.

La avenida de la Institución Libre de Enseñanza, en el distrito de San Blas-Canillejas, será la que contará con mayor longitud de carriles (5 km), desde la plaza de Alsacia hasta la calle Alcalá en ambos sentidos. También la avenida de la Peseta, en Carabanchel, tendrá un futuro carril de 3,3 kilómetros repartido en diversos tramos de su trazado, así como la avenida de Entrevías, en Puente de Vallecas, con 3,3 kilómetros de vía reservada para bus. La calle López de Hoyos es otra de las vías incluidas en el proyecto (2,5 kilómetros nuevos), tanto en sentido Hortaleza como en sentidoPríncipe de Vergara.

Fuencarral-El Pardo es el distrito madrileño que va a ganar el mayor kilometraje adicional de carriles bus, según las previsiones municipales. Ahí se crearán hasta 11,7 kilómetros en vías como avenida Camino de Santiago, avenida Niceto Alcalá-Zamora o avenida Francisco Pi y Margall, entre otras.

El Ayuntamiento de Madrid ya ha comenzado a delimitar con señales amarillas estos espacios con la intención de que estén todas listas para la primera semana de junio, coincidiendo con la ampliación del servicio de la EMT al 100% dado que, por el momento, solo funciona en un 90%.

El alcalde de la capital también ha anunciado que ese mismo día, el 1 de junio, se restablecerá el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en la ciudad de Madrid. Es decir, a partir de la semana que viene todo aquel que estacione en zona verde o azul deberá pagar el parquímetro.