El objetivo de esta iniciativa, cuyos primeros pasos comenzaron a darse hace seis años, es facilitar la dispensación de estos medicamentos prescritos evitando desplazamientos hasta las instalaciones hospitalarias.

En los últimos meses, con motivo de la situación excepcional que estamos viviendo con motivo de la COVID-19, se ha pasado de 50 pacientes a los casi 150 que se están beneficiando de este programa en estos momentos. Para ser incluidos en el mismo los pacientes tienen que cumplir una serie de requisitos, así como ser adherentes al tratamiento farmacológico.

Asimismo, han añadido, en un comunicado, que aunque estos pacientes no se desplazan hasta el centro hospitalario siguen contando en todo momento una atención farmacéutica especializada de calidad a través de llamadas telefónicas para la realización de un seguimiento de sus tratamientos farmacoterapéuticos desde la Unidad de Atención a Pacientes Externos de Farmacia del hospital rondeño.

Este procedimiento necesita del trabajo coordinado de distintos profesionales del área sanitaria, tanto de Atención Hospitalaria como de Atención Primaria, garantizando en todo momento la correcta conservación, custodia y trazabilidad de los medicamentos.

En este sentido, han incidido en que en este circuito de dispensación participan la Unidad de Atención a Pacientes Externos, enfermería de gestión de casos, trabajadores sociales y celadores conductores, entre otros.

Por último, Sergio Fernández Espínola, director de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia, ha explicado que "se trata de un programa, que se realiza con recursos propios del área sanitaria, muy beneficioso para los pacientes debido a la dispersión geográfica de nuestra zona de atención sanitaria".