En España se detectan cada año más de 4.000 casos de melanoma, el cáncer de piel más peligroso y el que más mortalidad genera, unas mil al año en nuestro país, lo que representa el 80% de las muertes por cáncer de piel. La buena noticia es que, al igual que ocurre con el resto de cáncer de piel, es prevenible en un 80% con hábitos saludables de fotoprotección desde la infancia.
El 23 de mayo, Día Mundial del melanoma, es un buen momento para recordar cómo prevenirlo y reconocerlo en sus primeras etapas para detectarlo así de manera precoz.
Exposición solar tras el confinamiento
Tras semanas de confinamiento, salir a la calle a pasear o a hacer deporte al aire libre se han convertido en una de las actividades más preciadas. Sin embargo, esta ‘desescalada’, si no se hace de manera progresiva, puede poner en riesgo la salud de la piel, pues no sólo la exponemos al sol después de semanas sin hacerlo, sino que lo hacemos en una época del año en el que la radiación es especialmente peligrosa. “Una gran parte de la población lleva muchos días sin recibir la radiación solar directamente, por lo que ahora más que nunca, si se quiere evitar la quemadura hay que exponerse al sol con sensatez, evitando la quemadura, que genera un daño cutáneo”, explica la Dra. Ángeles Flórez Menéndez, dermatóloga y una de las responsables de Euromelanoma, campaña a la que se une cada año la Fundación Piel Sana para concienciar sobre los riesgos de una excesiva exposición. “Como en el coronavirus, aquí también somos nosotros los responsables de que la curva del cáncer de piel baje”, asegura.
Fácilmente prevenible
Las medidas preventivas, aunque se deben llevar a cabo durante todo el año, sobre todo en zonas de gran altitud y nieve, cobran especial importancia en verano, cuando los rayos de sol UV llegan con más intensidad.
•Evitar exponerse al sol entre las 12 y las 16 horas de la tarde, cuando el sol es más intenso.
•No exponerse de golpe, sino de manera progresiva -primero 5 minutos e ir subiendo paulatinamente hasta los 15-20 minutos-, y no hacerlo nunca por un tiempo prolongado, ni siquiera para hacer deporte, para lo que también habrá que salir protegido.
•Proteger la piel y la cabeza con ropa ligera, sombreros, gafas de sol, poniéndose a la sombra y utilizando siempre crema con FPS según el fototipo (tipo de piel más clara o más oscura). Olvidarse de protegerse la cabeza y los brazos es un error muy común que provoca que entre el 70% y el 90% de los carcinomas basocelulares se desarrollan en las zonas de la cabeza y cuello expuestas al sol. El melanoma, concretamente, puede aparecer en brazos en torno al 20% de las ocasiones, en el tronco y piernas en porcentajes también altos.
•El FPS de la crema que utilicemos nunca debe ser menor de 15 y tenemos que aplicarla 20 minutos antes de la exposición y volver a aplicarla cada 2 horas y cada vez que nos bañemos o sudemos en exceso.
•Hay que recordar que ni los días nublados ni el agua protegen de los rayos UV, es más, incluso pueden intensificar su efecto negativo al crear una falsa sensación de seguridad que nos lleve a no tomar las medidas necesarias.
•Hay que protegerse desde niños, pues, como aseguran los dermatólogos, la piel tiene memoria y el efecto nocivo de los rayos UV sobre la piel es acumulativo. A partir de los seis meses de vida -antes está contraindicado- hay que aplicar protección según edad y tipo de piel y antes hay que evitar la exposición
•Evitar el uso de cabinas de bronceado, que incrementan la probabilidad de desarrollar un melanoma un 75% cuando se utilizan antes de los 30 años.
•No deben exponerse al sol las personas que estén tomando algún medicamentos fotosensible.
•Las personas con factores de riesgo, como antecedentes familiares, tener más de 50 lunares, etc., deberán extremar las precauciones.
Las campañas para la concienciación de la prevención siguen siendo muy importantes, pues aunque el 92% de las personas reconoce que la exposición al sol puede generar problemas de salud, sólo un 18% de ellas protege correctamente su piel.
La autoexploración y la regla del ABCDE
Además de la prevención, la detección precoz es vital en el pronóstico del melanoma, “que cambia mucho si se detecta a tiempo. Por eso insistimos en la importancia de auto explorar la piel cada mes y la visita a su dermatólogo de confianza”, explica el Dra. Serrano Falcón, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Al llevar a cabo esta exploración y observar detenidamente cada lunar o mancha en la piel, debemos tener en cuenta lo que se conoce con la regla del ABCDE: Asimetría en un lugar, presentar Bordes irregulares, Color no homogéneo, Diámetro mayor de 6mm, y notar una Evolución, es decir que cambia de tamaño o de aspecto. Ante cualquier lesión que presente una de estas alteraciones, habría que consultar con un dermatólogo. Se trata de un sencillo gesto que, según aseguran los dermatólogos de la Fundación Piel Sana, “sola lleva unos minutos al mes y te puede salvar la vida”.
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