También ha advertido que las medidas que incluye el acuerdo PSOE-Podemos-Bildu deben ser para toda España. De lo contrario, "sería un acto arbitrario y de difícil encaje. La ley afecta a todo el mundo", ha avisado en la rueda de prensa tras el pleno del Consell.

El punto 2 del pacto que indica que las entidades locales, forales y autonómicas tendrán más capacidad para políticas públicas derivadas del coronavirus. Establece además que la capacidad de endeudamiento de Euskadi y Navarra se fijará "exclusivamente en función de sus situaciones financieras".

Oltra no ha entrado a valorar la dialéctica partidista o si es el momento de derogar la reforma de 2012. Eso sí, ha hecho hincapié en que el Botànic tiene claro que "el peso de la crisis no tiene que cargar en los trabajadores y su falta de expectativas, proyectos de vida y oportunidades, también en tiempos de pandemia".

Ha insistido así en que "la parte más débil de una relación laboral tiene que estar debidamente protegida", algo que ha recordado que estaba en la hoja de ruta del acuerdo de legislatura PSOE-Podemos y que ha confiado en que "se irá materializando".

EL BOTÀNIC, "A PRUEBA DE BOMBAS"

La también coportavoz de Compromís ha descartado que la crispación pueda afectar al gobierno valenciano compartido con PSPV y Podem. "Estaríamos apañados. El Botànic está a prueba de bombas, lo hemos dicho muchas veces, es nuestra seña de identidad", ha aseverado como afirmó este jueves el 'president' de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig.

Sí ha reprochado que la oposición en el Congreso "base su acción en hacer ruido en lugar de arrimar músculo y tener una actitud propositiva y más responsabilidad" para afrontar la pandemia. "En Madrid siempre hay mucho ruido, sobre todo de la M-40 hacia adentro", ha bromeado.

Y no ha querido especular sobre si la división entre socialistas y 'morados' puede llevar a un adelanto electoral: "La diferencia de opiniones no tiene que ser sinónimo de división, es una característica de los gobiernos plurales y a veces también de los de un mismo partido".

Para la vicepresidenta valenciana, "eso es sano y divertido, si no la vida sería muy aburrida". "No es una buena tarjeta de visita pensar que uno tiene las opiniones absolutas", ha remachado.