Pablo Iglesias será secretario general de Podemos cuatro años más. Así lo han decidido los militantes del partido, que lo han reelegido por el 92% de los votos en un deslucido congreso de Vistalegre III que no ha tenido acto presencial por la crisis del coronavirus y cuyas votaciones para renovar los órganos se han celebrado de manera telemática.

El congreso de Vistalegre III ha carecido de cualquier tipo de tensión, ya que desde que se convocó se sabía a ciencia cierta que Iglesias renovaría su liderazgo casi sin oposición. Y esa falta de intensidad se ha dejado notar en la participación, mucho más baja que en el congreso de 2017, en el que Iglesias se enfrentó a su antigua mano derecha, Íñigo Errejón. En la votación de esta pasada semana han participado 59.201 inscritos, lo que supone solo el 11,6% del censo total.

Este censo de inscritos en la web de Podemos asciende a 516.492 personas, si bien el partido diferencia a un grupo de 219.158 inscritos "activos", afiliados que se han conectado al menos una vez en el último año al portal de participación de la formación. Si se toma como referencia esa cifra, no obstante, la participación sigue siendo reducida: apenas un 27%.

El único rival de Iglesias por la Secretaría General de Podemos, Fernando Barredo, un viejo conocido en el partido, apenas ha logrado sumar un 7,8% de los votos (4.503 en total). El candidato se presentaba como independiente, habida cuenta de que los tres años que han separado los congresos de Vistalegre II y Vistalegre III han servido para que todos los sectores críticos del partido lo abandonaran. Primero fue el errejonismo, que se diluyó poco a poco hasta la salida de su principal referente en enero de 2019. Y hace unos meses eran los anticapitalistas quienes decidían salir de Podemos.

Control absoluto del partido

Con el congreso, Iglesias consigue de iure lo que ya tenía de facto desde hace meses: el control total de los órganos del partido. Tras la salida de los errejonistas el año pasado, el Consejo Ciudadano de Podemos -su máximo órgano entre congresos- quedó muy diezmado, ya que la corriente liderada por Errejón tenía un peso relativamente importante en el órgano, que no obstante fue controlado por mayoría absoluta por Iglesias desde su victoria en 2017.

Ese dominio se acentúa a partir de ahora, ya que Iglesias controlará el 100% del órgano porque los 89 miembros elegidos para el Consejo Ciudadano son de su lista. Y, con su victoria, también retiene la primacía absoluta a la hora de marcar la estrategia del partido y adecuar sus estatutos, ya que tanto la hoja de ruta política como el documento organizativo vencedores son los suyos por el mismo porcentaje del 92%.

Los resultados son buena muestra del estado actual de Podemos, donde la entrada al Gobierno ha servido a Iglesias para reforzar su liderazgo, pese a la constante bajada en los resultados electorales desde hace un par de años. Precisamente el buen momento interno que experimenta Iglesias fue lo que le llevó a convocar el congreso de Vistalegre III para esta primavera, pese a que aún quedaba un año para que su mandato como secretario general expirase.

Los resultados se conocieron a última hora del jueves, pese a que la previsión era que fueran difundidos el viernes. La votación ha tenido lugar entre el pasado día 14 y este mismo jueves 21 de mayo.