Bajo el lema: 'Protexamos a clase traballadora galega. Feixóo, contigo Galiza vai á ruína' (Protegamos a la clase trabajadora gallega. Feijóo, contigo Galicia va a la ruina), el sindicato ha reclamado a la Xunta "políticas que permitan una salida de la crisis favorable a las mayorías sociales y que doten de futuro" a la Comunidad.

En concreto, el secretario general de la CIG, Paulo Carril, ha tachado a la Administración autonómica de aplicar políticas "suicidas para la sociedad gallega", como el fomento del "macro-turismo en el Camino de Santiago o la eucaliptización del país, que legisla en favor de las grandes corporaciones". Acusa a Feijóo de ahondar así en la "histórica generación de graves desequilibrios territoriales, sociales y ambientales", así como en la "precariedad laboral".

El sindicato también cree que la crisis sanitaria no ha cambiado la deriva de la "recetas del PPdeG", basadas en el "fomento obsesivo del sector servicios como único motor económico, la ausencia de una política industrial, la entrega de recursos naturales a las grandes multinacionales y la inacción ante la injusta transición energética o el continuismo en las políticas de recortes y privatización de los servicios públicos y sociales".

Por todo ello, la CIG reclama que los recursos existentes se destinen a favorecer la salud de la población, a crear una política económica e industrial que genere empleo digno y que se potencien los sectores agrario y pesquero". Al mismo tiempo, han reivindicado su derecho a una "verdadera transición energética" en la que los recursos estén a disposición del "desarrollo industrial social, territorial y ambiental".

"GESTIÓN DICTATORIAL"

Por otra parte, Carril también ha denunciado la "actuación sectaria" y "gestión dictatorial" que "ejerce Feijóo en esta pandemia" al "adoptar medidas sin someterse a ningún control institucional" y sin tratar de "construir todos los entendimientos y consensos posibles".

En este sentido, asegura que "el Gobierno gallego ha excluido a la CIG de los encuentros" que tuvo el presidente de la Xunta con organizaciones sindicales y patronal, "a pesar de ser la primera central sindical del país".

De esta manera, el titular de la Adminsitración autonómica ha demostrado el "desprecio por las instituciones gallegas" al "impedir la participación de organismos como el Consello Económico e Social y el Consello Galego de Relacións Laborais en este tipo de rueda de contactos.