Tras los numerosos ataques a sedes de partidos de los últimos días, la líder de los socialistas vascos cree que el ataque a su domicilio supone un "salto cualitativo", después de que radicales arrojaran pintura roja en su portal y panfletos con la palabra "asesina", al tiempo que aludían a la huelga de hambre del preso de ETA Patxi Ruiz y reclamaban la amnistía total.

En declaraciones a Europa Press, Mendia ha señalado que es "difícil acostumbrarse a la violencia de persecución" que se mantuvo en Euskadi "durante demasiados años". "Parecía que estábamos en un tiempo nuevo, pero se ve que todavía hay demasiada gente nostálgica del pasado e intolerante que no ha desaparecido de nuestras vidas", ha añadido.

Por ello, ha dicho que pediría que "se sea contundente con ellos". Tras los numerosos ataques de los pasados días a sedes del PSE-EE y el PNV, ha dicho que, "cuando se acercan a tu vivienda, a tu vida cotidiana y a tu familia, es un salto cualitativo".

"No es lo mismo pintar una sede que pintar la puerta de tu casa porque afecta a tu familia y a tu entorno, a tus vecinos que viven ahí", ha apuntado.

PETICIÓN A IRIARTE

Idoia Mendia ha pedido a la candidata a Lehendakari por EH Bildu, Maddalen Iriarte, que ha afirmado que estos "actos sobran" a través de Twitter, que "sea más contundente". "No es que sobren, es que no tienen que darse", ha manifestado.

Asimismo, considera que la izquierda abertzale "tiene una responsabilidad moral sobre estas actuaciones y debiera de ser contundente y cortar de raíz este tipo de comportamientos".

"Yo creo que esta gente que hace este tipo de actos, que ha pintado las sedes de muchos partidos políticos y que ayer atacó la puerta del portal de mi casa, tiene que saber que no tienen el apoyo de ningún partido político en Euskadi, de ninguno", ha añadido. En todo caso, ha indicado que ha recibido mensajes de apoyo y solidaridad de la izquierda abertzale.

La líder del PSE-EE ha relatado que se enteró del ataque cuando una vecina, "muy asustada", llamó al portero automático para informarle de lo ocurrido. "Bajamos mi marido (Alfonso Gil, teniente de alcalde de Bilbao) y yo. Vimos lo que había y, siguiendo el protocolo, me puse en contacto con la Ertzaintza, que vino rápidamente y realizaron todas las pesquisas que pueden hacerse en esas circunstancias", ha concluido.