El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha alentado este martes las protestas contra el Gobierno con un llamamiento para que las caceroladas suenen "más que nunca" y el Gobierno escuche el "clamor" de los ciudadanos frente a una "dictadura camuflada de alarma".
"Hoy las cacerolas tienen que sonar más que nunca. El Gobierno social comunista debe escuchar el clamor de los españoles pidiendo libertad", ha escrito Abascal en Twitter.
Y añade que así se lo recordará él al Ejecutivo este miércoles en el Congreso con su oposición a prorrogar más "una dictadura camuflada de alarma".
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa, ha negado este martes que las protestas de los últimos días estén lideradas por Vox y ha incidido en que "ningún político debe intentar apropiarse" de las protestas.
Las primeras caceroladas en las calles se concentraron en la calle Núñez de Balboa, en el barrio madrileño de Salamanca, pero se han ido extendiendo también a otros puntos de España y de la capital, como los barrios de Mirasierra, Aravaca, Chamartín, Montecarlo o Aravaca, pueblos madrileños como Pozuelo de Alarcón o Getafe, y otras ciudades españolas como Salamanca, Zaragoza, Logroño, Toledo, Valencia, Orense, Murcia o Guadalajara.
Este lunes, las protestas llegaron a las puertas de la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en el municipio madrileño de Galapagar. Estas concentraciones han llevado a reforzar la seguridad en las cercanías del chalé. También frente a la casa del ministro Ábalos o en la sede del PSOE en Ferraz se han registrado escenas similares.
Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha calificado este martes en un tuit estas concentraciones como "concentración de pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi".
Como veo que hay erratas en algunos titulares:
— ᴘᴀʙʟᴏ ᴇᴄʜᴇɴɪQᴜᴇ 🇪🇸 (@pnique) May 19, 2020
Escrache: Concentración de gente humilde a la que le han quitado la casa y dejado en la ruina una panda de ladrones de cuello blanco.
Lo de anoche: Concentración de pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi.
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