Desde que anunció su retiro y celebró su último desfile por todo lo alto en la pasada Semana de la moda de París, Jean Paul Gaultier ha estado bastante tranquilo.

El enfant terrible de la moda ha pasado una temporada muy tranquila dedicando todo su tiempo a su marca, desde poner los míticos frascos de sus perfumes en cuarentena  hasta dar clases de diseño de manera gratuita.

Pero durante todo este tiempo de confinamiento ha estado guardando un gran secreto, el diseñador ha creado unas mascarillas para evitar los contagios del coronavirus que no nos querremos quitar bajo ninguna circunstancia.

Bajo el lema Protect yourself, create yourself (Protégete, créate a ti mismo) Gaultier ha elevado este objeto ahora tan cotidiano a la categoría de la Alta Costura.

Desde el clásico estampado marinero de la marca hasta el mítico corsé nude que tanto obsesiona al diseñador y pasando por modelos repletos de apliques de joyas y plumas, el equipo de Gaultier ha puesto a toda máquina la creatividad para traernos propuestas tan atrevidas como estas.

La personalización de las mascarillas es casi una necesidad a la hora de adaptarnos a ellas y, sobre todo, al querer incorportarlas a nuestros looks del día a día. Este elemento ha cambiado por completo la forma en la que nos vemos, nos vestimos y nos maquillamos, por lo que no es de extrañar que todavía algunas personas sean reticentes a usarlas.

Ante la escasa oferta de mascarillas y su poca variedad de modelos, muchas empresas del mundo de la moda han visto aquí una oportunidad para extender su negocio a un punto inesperado pero bastante necesario en la actualidad.

El mundo está cambiando, por lo tanto, la moda también, trayendo consigo unas nuevas tendencias acordes a los nuevos momentos que vivimos.