Este trabajo, que forma parte del dispositivo municipal para hacer frente a la pandemia, se lleva a cabo en coordinación con la Mesa covid-19 -órgano de coordinación municipal en la lucha contra el coronavirus-, con la Diputación Foral de Álava y la Dirección de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco.

Los primeros trabajos comenzaron el 24 de marzo y, desde ese momento, los efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento encargados de la tarea desinfectan cada centro una vez cada cinco días. Uno de los recursos descontaminados regularmente es la residencia San Prudencio, que desde el inicio de la pandemia ha sido desinfectada en diez ocasiones.

Según ha detallado el Consistorio, a diario los Bomberos realizan una media de siete desinfecciones programadas con antelación, de las que se encarga un equipo compuesto por tres personas.

Se trata de un cabo y dos bomberos "debidamente protegidos" con buzos de protección química, gafas de protección ocular, mascarillas FFP3, guantes de nitrilo y botas de goma. Para llevar a cabo esta tarea, emplean una solución desinfectante de hipoclorito sódico que fumigan con mochilas sulfatadoras de 16 litros.

"Desde el inicio de la crisis sanitaria, este equipo viene realizando una labor excepcional para garantizar la seguridad y la salubridad en estos espacios. No olvidemos que los lugares en los que actúa son muy sensibles al contagio porque en ellos hay personas especialmente vulnerables a la enfermedad, como son nuestros mayores y el personal que los atiende", ha destacado la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez.

El equipo de Bomberos interviene tanto en el exterior de las residencias y centros asistenciales como en los espacios interiores comunes como pasillos, salones, zonas de juego, vestuarios y baños que hayan sido designados previamente por las personas responsables de las instalaciones.