El documento recoge las medidas de seguridad e higiene para los empleados, usuarios, visitantes, documentos y obras de arte. Los protocolos se han realizado teniendo en cuenta a los profesionales de cada materia y están basados en la Orden SND/399/2020, de 9 de mayo, del Ministerio de Sanidad, y en coordinación con la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, subraya la Conselleria de Cultura en un comunicado.

Los dos protocolos coinciden en las normas de seguridad generales relativas a mantener la distancia de dos metros entre personas, planificar y adquirir protecciones individuales y estructurales para los trabajadores y los usuarios, desinfectar y tener higiene personal y de espacios de manera constante y limitar el aforo en espacios públicos a un tercio.

Pero cada texto tiene unas normas específicas según las características particulares de cada espacio cultural. Así, el protocolo de los museos ha sido redactado con las opiniones de los profesionales de los museos y de la restauración de bienes muebles e inmuebles y del IVCR+i.

Con el fin de mantener la distancia social entre el personal y el público, se deben tomar medidas de protección, tanto en recepción como en las salas de los museos.

Por ello se instalarán, si es necesario, mamparas divisorias transparentes para mostradores o mesas de recepción, se establecerán recorridos marcados y con sentido único, se colocarán dispensadores con gel hidroalcohólico para uso del público, marcas de las distancias delante de las obras en las que se puede acumular público y cartelería con las nuevas normas de uso para los visitantes, en la entrada y en lugar visible, y en los museos en los que sea necesario se habilitará una puerta exclusiva para la salida.

Además, para evitar el contagio, se retirarán las audioguías y los folletos; los elementos museísticos táctiles deben permanecer fuera de uso o bien ser desinfectados después de utilizarlos y las taquillas de guardarropa deben permanecer cerradas; en el caso de que sean utilizadas para guardar mochilas o paraguas, el centro proporcionará a los visitantes bolsas individuales.

En cuanto a los espacios públicos y las obras de arte, el IVCR+i ha elaborado unas recomendaciones para los responsables de los centros de depósito cultural y para el personal responsable de su gestión. El instituto desaconseja una desinfección generalizada porque los espacios han estado cerrados sin entrar en contacto con el virus y los bienes culturales no se deben tocar.

No proceden, por tanto, fumigaciones y pulverizaciones en salas de museos, iglesias, archivos, depósitos de bibliotecas históricas y, sobre todo, en patios, pórticos, claustros, sitios arqueológicos o monumentos que están expuestos a la radiación ultravioleta, por la sensibilidad del virus a esta.

DESINFECCIÓN DIARIA DE ESPACIOS DE USO COMÚN

Lo que sí que se aconseja es la desinfección diaria de espacios de uso común o de paso, utilizando papel o paños de microfibra humedecidos con una solución hidroalcohólica o jabones neutros, evitando siempre las gotas y las pulverizaciones.

Si resulta imprescindible actuar directamente sobre estos, las acciones de limpieza siempre las debe realizar una persona experta en conservación y restauración de bienes culturales.

También aconseja habilitar un espacio, preferiblemente ventilado, para la cuarentena de entre 10 y 14 días de bienes de nuevo ingreso, de bienes que regresen por finalización de préstamo temporal o de bienes que hayan tenido contacto con personal externo.

En cuanto a las bibliotecas, estarán abiertas para ofrecer el servicio de préstamo y devolución de materiales, pero en ningún caso se realizarán actividades culturales (presentaciones de libros, clubs de lectura, etc.) ni actividades de estudio en sala.

Se priorizará la petición previa, vía correos electrónicos o teléfono, de modo que cuando los usuarios vayan a la biblioteca ya estén preparados los préstamos para recogerlos.

El acceso a la consulta de la colección para informar al usuario del material disponible se facilitará por guías bibliográficas o mediante consulta del catálogo de la biblioteca (vía Internet) o fotocopias de carátulas de libros.

Los usuarios tienen que guardar la distancia social y cumplir las normas de señalización y de higiene, como llevar guantes y desinfectarse las manos con el gel a su disposición. Estará limitado el acceso libre a la colección y será el personal del centro el encargado de manipular los materiales.

Se clausurarán los ordenadores de uso público, los catálogos de acceso público en línea y otros catálogos, que tan solo podrán ser utilizados por el personal de la biblioteca.

CUARENTENA PARA LIBROS

Los materiales de la biblioteca devueltos pasarán un proceso de cuarentena durante un periodo mínimo de 14 días. Para llevar a cabo la cuarentena de los materiales, se preparará una zona de devolución segura y se habilitará un espacio cerrado para almacenar los materiales durante el tiempo requerido, con contenedores, cajas o bolsas necesarias para aislarlos correctamente.

Cada contenedor se etiquetará con la fecha de devolución y la fecha de finalización de la cuarentena para facilitar el control de los fondos.

Ambos protocolos incluyen recomendaciones tanto para los usuarios como para los trabajadores, obras de arte y libros que guardan los museos y las bibliotecas.

Las sugerencias dirigidas al personal y al mantenimiento de los edificios ya han sido puestas en marcha, ya que los empleados se han incorporado paulatinamente a sus puestos de trabajo.

Las guías de recomendaciones elaboradas por la Dirección General de Cultura y Patrimonio están a disposición de los espacios culturales públicos y privados.