Ni siquiera el tiempo desapacible ha frenado a los vallisoletanos, que han acudido, como todos los años, a visitar a sus familiares y amigos a los tres cementerios de la ciudad.

El Carmen, como de costumbre, ha sido el más concurrido. Sin embargo, las visitas han sido mucho más escalonadas que otros años al celebrarse la festividad en sábado.

Muchas familias prefirieron evitarse el tumulto y dejaron la visita para ayer, domingo. Aún con todo, las colas de coches para acceder a los aparcamientos exteriores del cementerio del Carmen fueron inevitables en algún momento.

También los autobuses, que organizaron recorridos especiales, notaron la afluencia de público. La presencia de una veintena de agentes de la Policía Municipal en los accesos desde la ronda al cementerio ha sido importante para evitar complicaciones.

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