Pedraz envía a prisión a los detenidos en Navarra por pertenencia a ETA

  • La Policía Gala registra una casa en Hendaya que podría ser un centro de entrenamiento de etarras.
  • Se investiga la relación entre la vivienda y el coche-bomba que explotó en la Universidad de Navarra.
  • Un error de coordinación deja sin vigilancia un zulo hallado por la Policía.

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado este sábado el ingreso en prisión de los cuatro detenidos el pasado martes en la operación policial desarrollada en Navarra y Valencia, a quienes imputa los delitos de pertenencia y colaboración con organización terrorista, informaron fuentes jurídicas.

Los presuntos terroristas Aurken Sola Campillo, Xabier Rey Urmeneta -detenidos en Pamplona-, Sergio Boada Ezpoz -arrestado en la localidad navarra de Añorbe- y Araitz Amatria -detenida en Valencia-, han comparecido esta mañana ante el juez Pedraz, que se encuentra de guardia.

En el auto de prisión, Pedraz imputa a Sola Campillo y Rey Urmeneta los delitos de integración en organización terrorista, tenencia y depósito de armas y explosivos, y conspiración para la comisión de distintos delitos de naturaleza terrorista, mientras que considera que Sergio Boada y Araitz Amatria son autores del delito de colaboración con banda armada.

Registran una casa en Hendaya

La policía gala registró el viernes una casa en Hendaya relacionada con el comando de ETA desarticulado esta semana en Pamplona. La vivienda podría haber servido para el entrenamiento de miembros de la bandera terrorista según han podido confirmar este sábado fuentes de la investigación.

La vivienda fue registrada por procedimiento de urgencia a petición de las autoridades españolas por si hubiera relación entre el atentado de esta semana en la Universidad de Navarra y esta casa.

Se sabe que la casa es propiedad de unos familiares de uno de los detenidos y donde podrían haberse reunido el jefe de los comandos de ETA Garikoizt Aspiazu, Txeroki que impartió cursillos de entrenamiento a los presuntos etarras Aurken Sola y Xavier Rey entre el 15 y el 18 de octubre.

Por otro lado un error de coordinación entre la Gendarmería y la Policía francesas dejó sin vigilancia un zulo de ETA que había sido descubierto en el suroeste del país, lo que pudo permitir a miembros de la banda acudir al lugar según confirmaron fuentes próximas a la investigación.

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