Según ha informado el Gobierno asturiano se coordinarán las áreas sanitarias para agrupar a los pacientes afectados por la COVID-19. En esta fase de transición, además, se contará con el hospital provisional instalado en el recinto ferial Luis Adaro, de Gijón.

Así, sus 144 camas podrán atender ingresos de larga duración de pacientes positivos por coronavirus con sintomatología leve, que precisan aislamiento y cuidados. De esta manera, se permitirá normalizar la asistencia de otras patologías en los centros hospitalarios de agudos.

Además, el Gobierno dice que se fomentará la desburocratización de las consultas, que mantendrán la receta electrónica sin formato papel, y la incapacidad temporal se gestionará con reconocimiento no presencial. También se optimizará la integración de la historia clínica electrónica entre los distintos niveles asistenciales.

Las consultas no presenciales y la telemedicina también serán prioridad en esta fase de desescalada. El Sespa reorganizará las agendas de la actividad programada, fomentando además la atención telefónica y las videollamadas a los pacientes.