Los vecinos del barrio del Raval (Barcelona) están cada vez más organizados en la lucha contra los narcopisos de la zona. Realizan peticiones y denuncias colectivas, graban desde sus balcones la actividad delictiva y colocan carteles en las calles para mostrar su rechazo a estas viviendas usadas para vender y consumir drogas.

La calle dels Salvador vive una de las situaciones más dramáticas del barrio: sólo en esta vía, se cuentan seis narcopisos que, además, continúan con su actividad durante el confinamiento. “Antes disimulaban, pero ahora, con las calles vacías, actúan con absoluta impunidad", cuenta uno de los vecinos. “Se tiran la droga por el balcón y se gritan cosas como ‘¡no te vayas! ¡La coca a 60 euros!’”.

Para luchar contra las continuas situaciones de violencia, insalubridad y consumo de drogas que provocan estos pisos en las calles en las que se encuentran, los vecinos se han organizado a través de las redes sociales. 

Cuentan con un grupo de Whatsapp con más de 50 participantes y con una cuenta de Twitter en la que publican vídeos de la actividad de los narcotraficantes en la calle que los mismos vecinos graban desde sus balcones.

“Desde que les grabamos, los narcos están muy enfadados y nos amenazan hasta cuando nos asomamos al balcón”, cuenta un vecino, que ha llegado a sufrir amenazas de muerte a gritos y delante de la policía.

En esa ocasión, ocho vecinos bajaron e interpusieron una denuncia colectiva contra el narco, que ya el verano pasado había protagonizado un vídeo pegando machetazos a una puerta. Además, una pareja homosexual interpuso otra denuncia por delito de odio después de que les gritase que se fueran a vivir al campo y “Viva Franco”.

Vecinos del Raval

"Mientras hablábamos con la Guardia Urbana, otro narco se asomó y gritó ‘hijos de puta, os vamos a matar. Esto es la guerra’”, relata el vecino. “Le dije al agente que, que hicieran esto delante de ellos, demostraba su impunidad”. Finalmente, la policía le interpuso una denuncia.

Abandono de la Administración

Desde la plataforma Acció Raval, agradecen las actuaciones de la policía, pero remarcan que no es suficiente para acabar con el problema de raíz. “Irrumpir en esos pisos y tapiarlos no acaba con el problema, sólo lo desplaza”, señalan.

La plataforma vecinal denuncia la pasividad de la Generalitat y subraya que, pese a que siempre se señala al Ayuntamiento, es el Govern quien tiene plenas competencias en salud pública, acompañamiento a personas con adicción y vivienda.

Sin ir más lejos, tal y como cuentan los vecinos, uno de los narcopisos de la calle dels Salvador fue cedido a la Generalitat por parte del BBVA. "Cuando les mandamos un correo, nos contestan diciendo que ya enviarán a alguien para ver qué pasa”, cuentan desde la plataforma. “Se supone que cedieron la vivienda al Govern para que se ponga en uso. Si no lo hacen, al menos que actúen para que no se convierta en esto”.

Pisos vacíos convertidos en narcopisos

Desde Acció Raval aseguran que la mayoría de los narcopisos pertenecen a fondos de inversión o a bancos, que no hacen nada por poner remedio a la situación. Lamentan que, pese a la emergencia habitacional que sufre Barcelona, la ley sigue protegiendo a los grandes propietarios, que usan las viviendas para especular. “Necesitamos expropiaciones y un programa para dar uso a esas viviendas”, reclaman.

"Necesitamos expropiaciones y un programa para dar uso a esas viviendas"

El Raval es una de las pocas zonas del centro de Barcelona que mantiene su tejido vecinal. Desde la plataforma, aseguran que la inacción contra la degradación del barrio es la forma de expulsar a los vecinos y de evitar que se instalen nuevas familias, para poder, así, dejar paso al ‘lobby turístico’. 

“Tenemos suerte de que en su día vinieran familias de inmigrantes que viven aquí y han abierto negocios. Sin ellos, esto sería aún peor”, cuentan.

La plataforma asegura que, aunque se ha contratado a más policía, sólo han visto el aumento de efectivos en los desahucios y en la persecución a los manteros. “Se está construyendo una ciudad para los ‘lobbies’ y no para las personas”.

Tras observar las primeras consecuencias de la pandemia, desde Acció Raval se preguntan si sale a cuenta basar toda la economía de Barcelona en el turismo. “Hemos dejado una ciudad con una serie de infraestructuras que no son para los ciudadanos”.