Los vecinos llegaron pasadas las 10.30 al registro municipal con las firmas que solicitan la paralización de las obras de prolongación de la Vía Carpetana, que han supuesto ya la tala de 70 árboles, para evitar que otros tantos corran la misma suerte, lo que causaría en la práctica la desaparición del parque.

Así lo comunicó el portavoz de los vecinos, Angel Hernández, quien subrayó que de las 1.955 firmas que se entregan hoy en el consistorio y en el Defensor del Pueblo.

El texto que suscriben estos vecinos, dirigido al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, solicita la paralización de las obras por la tala de árboles "y el importante perjuicio medioambiental para vecinos y usuarios de la zona, en especial para los niños que usan este parque para jugar".

También consideran especialmente perjudicados a otros usuarios como los vecinos de los pisos colindantes y los ancianos de la residencia de mayores adyacente a las obras, así como a los alumnos del instituto de Educación Secundaria Iturralde, situado junto al parque.

La nueva vía pretende unir el camino de Ingenieros con la calle Pingüinos: "en el caso de que la via de comunicación sea necesaria", añade el escrito, "esta deberá realizarse por el terreno más razonable y menos gravoso, donde no se elimine zona verde alguna tal como ya figuraba en el proyecto del plan general del 1985".

Los firmantes aportan documentación gráfica para probar que "en ningún momento la forma de realización de las obras ha sacado los árboles con cepellón para replantarlos, todos han sido talados o arrancados, sin consideración ninguna", según Hernández.

"Tenemos también fotos de un cedro que fue derribado mediante un cable atado a un camión", dijo. También criticó que se hayan iniciado las obras sin informe previo a los vecinos de Latina y Carabanchel, en contra de lo que afirma el Ayuntamiento de Madrid.

Por todo ello, exigen que "se repare el daño ambiental causado", reponiendo los árboles dañados según la norma Granada -que los árboles plantados tengan la misma edad que los eliminados- y que se detengan las obras para evitar nuevos daños a la zona verde.

El Ayuntamiento se defiende

El director general de Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Arnáiz, aseguró ayer que "no se ajusta a la realidad" decir que los vecinos de Carabanchel tratan de impedir la tala de árboles en el parque de Eugenia de Montijo porque "no existe ninguna tala en marcha" en ese lugar.

Arnáiz, que calificó la protesta de los vecinos como "no acorde con el Estado de derecho", aseguró además que la tala realizada en esta zona durante las últimas semanas corresponde a lo previsto en el Plan General de Ordenación Urbana de 1997, que fue consensuado con las asociaciones vecinales de Carabanchel.