Según ha explicado en la rueda de prensa de este domingo, tras mantener la octava videoconferencia de los presidentes autonómicos con el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, la provincia como unidad de acción "no es muy conveniente para algunas comunidades" como Aragón.

A este respecto, ha ilustrado que, en la comunidad, el 76% de los municipios ocupan el 73% del territorio pero apenas agrupan al 12% por ciento de la población, con una tasa de 4,37 habitantes por km2, por lo que en términos europeos estos espacios son considerados como "desiertos demográficos".

Por ello, ha asegurado que la normalización de la actividad puede producirse "sin ningún riesgo" en estas zonas a día de hoy. Además ha explicado que existe una dualidad entre Zaragoza capital -con 700.000 habitantes en un solo municipio- y el resto del territorio, 730 municipios, que reúnen una población total de 600.000 habitantes.

En este sentido, ha considerado que sería "injusto" que la vuelta a la normalidad se produjera por igual en todos estos territorios y que las zonas menos pobladas "tuvieran que esperar" a la capital aragonesa.

Asimismo, ha recordado que en cada provincia hay realidades económicas diferentes y ha pedido tener en cuenta las zonas limítrofes, incluso con otras comunidades autónomas, en las que hay unidades de prestación de servicios y económicas, claramente delimitadas.

DESESCALADA POR ZONAS DE SALUD

El presidente de Aragón solicitó hace unas semanas a Pedro Sánchez que la desescalada atendiera a criterios poblacionales y que se realizara primero en municipios de menos de 5.000 habitantes, algo que, a su juicio, "se ha estimado parcialmente" a la hora de establecer las franjas horarias para salir a pasear o hacer deporte.

No obstante, Lambán ha señalado que existen otras fórmulas de diferenciación para la desescalada más allá de los límites provinciales y ha defendido que "la más adecuada" responde a las zonas básicas de salud.

De este modo, ha abogado por que, analizando estas áreas según varios criterios médicos, se vaya avanzando en las siguientes fases de manera singularizada en cada una de ellas, aunque ha defendido que la mayor parte del territorio aragonés podría empezar la vuelta normalidad directamente desde la fase 2.

Las 123 unidades se identificarán como sectores/áreas sanitarias o como agrupaciones de zonas básicas de salud -comarcas-, que además de ajustarse a los criterios generales de los citados indicadores deberán cumplir una serie de cuestiones. No obstante, el establecimiento de estas cuestiones deberá realizarse de manera conjunta con el Gobierno de España.

En cuanto a los criterios para estas zonas, la incidencia acumulada en los últimos 14 días deberá reflejar una ausencia o muy baja transmisión comunitaria; deberán tener ausencia de brotes comunitarios detectados en el citado periodo y se permitirá la monitorización de posibles cambios en la situación epidemiológica usando para ello la información de las fuentes del sistema de salud desagregadas por zona básica de salud o el municipio.

También deberán disponer de servicios públicos comunes que faciliten la gestión compartida y la toma de decisiones en caso de ser necesario y deberán constituir espacios de productividad y economía diferenciada.

Estas comarcas, según el criterio aragonés, se beneficiarían de una fase de desescalada ajustada a su situación, favoreciendo una más rápida reactivación económica en zonas rurales.

De esta manera, el territorio de Aragón en su conjunto iría pasando a las diferentes fases si cumple los criterios de evaluación fijados y las comarcas singularizadas por los criterios anteriormente citados podrían situarse en una fase más avanzada.