Según ha comunicado la formación, el citado tramo carretero es motivo de una especial sensibilidad en la zona dados los frecuentes desprendimientos de rocas de gran tamaño que, por lo general, afectan a ambos sentidos de la circulación.

Además de afectar al tráfico rodado, la situación supone un grave peligro para los usuarios de la vía. También han recordado que el centro sanitario de referencia de Zaidín se encuentra precisamente en la capital bajocinqueña.

Los populares han subrayado que los últimos derrumbes, que dejan en el aire el temor a nuevos incidentes, se producen ante la inminente entrada de la fase 1 en la desescalada del confinamiento. A partir de ese momento, la reapertura del comercio minorista incrementará "casi exponencialmente" la circulación por el tramo.

En este sentido, han apuntado a que no existe alternativa viaria entre Fraga y Zaidín, de modo que los cortes hacen necesario el desvío en ambos sentidos por la A-131, un viaje de más de 40 kilómetros.

A la apertura del pequeño comercio y la hostelería, aun con restricciones, hay que sumar las actividades agrícolas, que se van a disparar con la temporada de recogida de la fruta. Los turismos, el pequeño y gran transporte de mercancías, el traslado de personal laboral y maquinarias otorgan al trayecto entre Fraga y Zaidín un valor de primer orden para la logística de la comarca.

El PP del Bajo Cinca, en consecuencia, ha sugerido a las autoridades autonómicas extremar las medidas de vigilancia para detectar con suficiente antelación anomalías en la estructura del terreno afectado.

De esta manera, los populares buscan llamar la atención ante la administración aragonesa, de la que depende la A-1234, para la adopción de las medidas necesarias para garantizar la seguridad de personas y servicios.