El concejal del grupo municipal del PSOE, Horacio Royo, ha justificado esta condición al argumentar que estos sectores son algunos de los más afectados por el cierre de la actividad decretado por el estado de alarma.

Horacio Royo ha recordado que el PSOE "siempre" ha entendido la validez de este proyecto, que permitió en su momento garantizar, en plena crisis económica y financiera, que la empresa Pikolín mantuviera su producción y los más de 600 empleos derivados de su actividad en la ciudad. Sin embargo, ha destacado Royo, el cierre del proceso urbanístico llega en un momento "particularmente sensible y peligroso" para el pequeño comercio y la hostelería, por lo que "esta operación debe tener una reversión directa en estos sectores".

Para ello, y así lo defenderá en el pleno, Royo ha considerado "imprescindible" destinar los 1.200.000 euros que el Ayuntamiento de Zaragoza va a ingresar por esos aprovechamientos urbanísticos a una línea de ayuda directa al pequeño comercio y la hostelería.

En concreto, estas subvenciones estarían dirigidas a cofinanciar las inversiones que los establecimientos van a tener que llevar a cabo para adaptarse a las medidas de seguridad que tendrán que acometer para su reapertura, como la desinfección, la garantía de los aforos o la seguridad del personal empleado.

"El Ayuntamiento de Zaragoza debería establecer una subvención que alivie la carga de estas inversiones que, por otro lado, son claves para asegurar que los ciudadanos vuelvan a estos establecimientos con la mayor sensación de seguridad y calma posible", ha manifestado el concejal del PSOE.