Cuando las mascotas, principalmente perros, salgan de paseo por Cullera, los propietarios deberán llevar un recipiente con agua y jabón, o en su defecto agua y vinagre, para limpiar los orines.

Los dueños estarán así obligados a la limpieza inmediata de los excrementos sólidos producidos por los animales y su recogida en bolsa de plástico. Tendrán que tirarlas cerradas en papeleras o contenedores de residuos sólidos urbanos.

Para orinar en las zonas urbanizadas, los animales deberán ser conducidos junto a las rejas del alcantarillado, a los árboles o a los espacios expresamente destinados como los 'pipicanes'. No estará permitido que orinen en edificaciones, vehículos, farolas o mobiliario urbano.

Se trata de una reivindicación que "los vecinos pedían desde hace tiempo" y ahora ve la luz. La norma, además de garantizar los derechos de los animales y su protección, obliga a los propietarios a un mayor comportamiento cívico, destaca la concejala de Bienestar Animal, Marta Tur, en un comunicado municipal.

El objetivo es minimizar el impacto de las micciones de los perros y garantizar una mayor salubridad en la vía pública, reduciendo los olores y la suciedad que generan, aunque "es un problema que ha ido a menos en los últimos años por la mayor concienciación de los dueños".

KITS DE LIMPIEZA

Mediante una campaña de sensibilización, todos los propietarios que inscriban a sus mascotas en el registro obligatorio de la ordenanza recibirán como regalo un kit de limpieza. Este pack consiste en una bolsa que contiene un recipiente en forma de hueso con bolsas para la recogida de excrementos y una botella para llevar el agua con jabón o vinagre.

La inscripción en el registro de animales del Ayuntamiento de Cullera podrá realizarse presencialmente, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, o a través de la sede electrónica, tras un mes de la aprobación de la norma y su publicación.