El porcentaje de alumnos de Bachillerato que estudian ciencias ha caído en picado en los últimos años. Según los últimos datos de la Consejería de Educación, en la provincia de Granada el 59% del alumnado opta por el bachillerato de humanidades y ciencias sociales, o el de artes, al terminar la ESO.

Sin embargo, a finales de la década pasada (curso 1998-99), los estudiantes de letras eran minoría: sólo las eligieron el 45% del total.

Según explica Antonio Álvarez, jefe de estudios del Instituto Hermenegildo Lanz de la capital, hay más alumnos en la rama de Humanidades y Ciencias Sociales porque «las asignaturas son menos complejas, requieren menos esfuerzo y menos capacidad de abstracción».

Salvo los que tienen muy claro lo que quieren estudiar, como Medicina o Enfermería, carreras para las que hay que escoger la rama de Ciencias de la Naturaleza y la Salud, o los que quieren hacen Arquitectura (deben estudiar Tecnología), los demás se quitan de encima asignaturas como matemáticas, física o química.

«Algunos lo hacen por vaguería y otros por tener mejor expediente», dice Álvarez. Además, la rama de Ciencias Sociales y Humanidades abre un abanico muy amplio para entrar luego en carreras como Sociología, Económica o Derecho.

De las cuatro ramas del Bachillerato, la de tecnología es la que muestra más diferencias entre chicos y chicas. La eligieron hace dos cursos en el primer curso (últimos datos disponibles) 200 alumnos, por sólo 35 alumnas.

También hubo mayoría masculina, aunque esta vez menos evidente, en Ciencias de la Naturaleza y la Salud (54%). Por su parte, la rama de Arte fue predominantemente femenina (60% de chicas), así como la de Humanidades y Ciencias Sociales, con un 58% de alumnas.

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