Esta iniciativa surgió al inicio del estado de alarma por parte de los agentes pertenecientes a la Unidad Territorial de Seguridad Privada, adscrita a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.
Los policías contaron con la colaboración de las entidades bancarias para detectar personas vulnerables por su edad o imposibilitadas, que fueran clientes que habitualmente cobraran sus pensiones de jubilación en efectivo por caja y que no lo hubieran realizado hasta el momento, desconociéndose los motivos.
Esta ayuda ha empezado a ser efectiva cuando el pasado lunes se recibió comunicación por parte de una oficina bancaria, en la que informó de la existencia de dos personas vulnerables, clientes del banco, que necesitaban dinero en efectivo pero que no podían salir a la calle por prescripción médica.
Con la preceptiva autorización de estas dos personas, los agentes contactaron con la entidad financiera y procedieron a la retirada del dinero que habían solicitado, el cual se les ha hecho entrega en sus respectivos domicilios.
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