Esta situación, según explicó su presidente, Jaime Serra, a 20 minutos "se está agravando por la crisis. Si hace un año teníamos una lista de espera de 100 familias, ésta ha aumentado un 92% en los últimos meses".

Además el perfil de la gente que se acerca hasta el Banco de Alimentos , ubicado en la Pobla de Vallbona, ha cambiado en un corto espacio de tiempo. Si antes el 80% era gente inmigrante y el resto españoles, ahora las tornas han cambiado y ese mismo porcentaje (80%) se corresponde a gente en el paro, madres solteras y con hijos y gente mayor que dada la pensión que tienen no llegan a fin de mes.

En el Banco de Alimentos trabajan 48 voluntarios durante toda la semana. Ellos se dedican a vaciar los camiones que vienen con pales de productos lácteos, verduras y frutas para distribuir los paquetes y después mandarlos a los centros benéficos.

Con esta labor en lo que va de año el Banco de Alimentos ha conseguido alimentar a 956 familias y repartir casi tres millones de kilos en alimentos a 250 centros benéficos de Valencia de lo que se han beneficiado 32.300 personas.

Todo el mundo que necesite comida puede ir allí, pero Serra señaló que "los que recurren con asiduidad a este servicio «son atendidos por una asistenta". El presidente del Banco de Alimentos lamenta que "administraciones como el Ayuntamiento de Valencia nos dejan de lado".

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