Illa corrige a Iglesias y anuncia criterios unificados para usar las zonas comunes con los niños: "Estamos más tranquilos"

Pablo Iglesias, con Salvador Illa en una rueda de prensa.
Pablo Iglesias, con Salvador Illa en una rueda de prensa.
MONCLOA / EFE
Pablo Iglesias, con Salvador Illa en una rueda de prensa.

La primera medida de la desescalada ha provocado varios frentes entre los distintos dirigentes del Gobierno. La expectación por saber cómo se efectuará era enorme. Tras unas primeras declaraciones afirmando que los niños solo podían salir a acompañar a sus padres a comprar, vino la primera rectificación. Pero aún había más.

Tras admitir su error y afirmar todo lo contrario a las primeras declaraciones, es decir, que los niños si pueden salir a pasear y no entrar en recintos cerrados como supermercados, llegó la segunda polémica. El miércoles 22 de abril el Ministerio de Sanidad envía un comunicado a los administrados de fincas anunciando que la desescalada no afecta a las zonas comunes, que deben permanecer cerradas. 

Al día siguiente, el jueves 23, el vicepresidente Iglesias afirma en una rueda prensa que cada comunidad de vecinos deberá determinar los usos que pueden hacerse de las zonas comunes, dejándolo a criterio propio, lo que alarmó a los administradores de fincas, que lo veían como "un riesgo enorme" y presentaron un escrito al Gobierno. 

Ante esta controversia, el Ministro de Sanidad ha comparecido el viernes 24 para aclarar el asunto y contradecir las palabras del dirigente de Unidas Podemos. "Los criterios que sirven para los espacios públicos van a servir también para los comunitarios, como no podía ser de otra manera. Desde la Vicepresidencia de Derechos Sociales se está trabajando en una guía en este sentido", ha declarado Salvador Illa. 

Tranquilidad y satisfacción entre los administradores

"No había más remedio que hacer una aclaración porque es la salud lo que está en juego", afirma a 20Minutos Alejandro Pestaña, presidente del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla. La situación generada les dejaba con una difícil papeleta ya que se les pedía crear unas normas para las comunidades, una función que no es competencia suya, ya que ellos son "meros ejecutores de la norma". 

Actualmente, se encuentran más tranquilos y esperando a recibir la guía básica por parte de la administración, para poder estudiarla y comunicarla. "Estamos bastante más tranquilos, primero porque se nos ha escuchado y se ha tenido en cuenta nuestra opinión y segundo porque hay ya un ordenamiento que garantizará la salud en las comunidades y evitará que se comentan irresponsabilidades", concluye Pestaña.

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