El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha anulado una sentencia de la Audiencia de Zaragoza que uso por primera vez la expresión ‘no es no’  para condenar a un joven a seis años de cárcel por la violación de una mujer con la que había ido a un hotel de carretera de Cadrete. El tribunal de revisión señala que las afirmaciones de la víctima tienen poca credibilidad, según informa El Heraldo de Aragón.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2018, cuando la pareja se dirigió al hotel, donde alquilaron una habitación con jacuzzi y entrada por un garaje privado, La joven admitió en el juicio que había ido con el hombre por voluntad propia, pero ya en la habitación se negó a mantener relaciones sexuales.

A partir de este momento difieren las declaraciones de víctima y acusado. Ella afirma que su negativa causó la ira de su acompañante, que la golpeó y después la violó.

De hecho, la Audiencia de Zaragoza consideró probado en la sentencias que el acusado "la agarró por los brazos y el pelo sujetándola e inmovilizándola para, a continuación, despojarla de sus ropas y penetrarla vaginalmente venciendo su resistencia".

Fotos en el jacuzzi

Sin embargo, el joven siempre negó que hubiera violado a la chica y que de hecho se bañaron juntos en el jacuzzi (cosa que ella negó) y que le enviaron un mensaje de audio y fotos del baño a un amigo común contándole "lo bien que se lo estaban pasando". 

El acusado afirma que los problemas vinieron cuando recibió la llamada de otra mujer y salió al garaje a contestar. Al regresar, afirma que ella tuvo un ataque de celos y hubo una pelea sin mayores consecuencias. Él afiirmó que su acompañante lo había denunciado como "venganza". 

El sujeto fue condenado usando en la sentencia de forma literal la expresión "no es no" para señalarle que había traspasado la "delgada línea" entre lo lícito y lo ilícito, y lo condenó a seis años de cárcel por violación y a una indemnización de 6.000 euros

Valoración de las pruebas

Ahora, el Superior de Justicia de Aragón considera que no se hizo una "valoración razonable" de las pruebas que justificaran dar credibilidad a la víctima y que tampoco se probó que dijera categóricamente que no quería mantener relaciones sexuales.

Además ha ponderado como pruebas las fotos en el jacuzzi y el audio enviado por ambos. Y lo suma al hecho de que la víctima no hablara a nadie de la supuesta violación durante varios días y que hubiera accedido a ir a un hotel de esas características para dar más verosimilitud al encausado y absolverle. El fallo puede ser recurrido ante el Supremo.