Con 104 años y a las puertas de cumplir 105, Elisa Velasco ha superado el coronavirus. Así lo indicaba su PCR negativa del pasado 21 de abril tras 20 días conviviendo con el virus en la residencia Las Encinas, de La Rosaleda, en plena comarca de El Bierzo.
Tras detectar síntomas en varios residentes a finales de marzo, el centro de mayores comenzó a realizar test a todos los ancianos, confirmando el contagio de Elisa y de varias personas más. Desde entonces, han estado aislados en la propia residencia. "Lo que más le fastidiaba era estar en la habitación", cuenta su nieto Braulio.
Asegura que su abuela, que tiene dos hijos y otros tres nietos, solo ha tenido síntomas leves durante este tiempo, fiebre no muy alta y mocosidad, por lo que ha podido mantenerse todo lo activa que le ha permitido el confinamiento en la habitación. "Algunas veces la dejaban salir al pasillo para pasear un poco", explica. "Mi abuela es una mujer de campo, le gusta estar al aire libre".
Médico de la Unidad de Cuidados Intensivos, reconoce que la actuación de la residencia ha sido muy buena: "Lo han llevado bastante bien, han reaccionado muy rápido". Aunque también aquí han fallecido algunos ancianos, la inmediatez con la que han actuado ha sido clave para que no se hayan producido más bajas y la situación haya estado controlada en un lugar que ya es considerado un foco de peligro por la letalidad que alcanza el coronavirus en personas mayores.
Las instalaciones de la residencia, bastante nueva, ha facilitado el aislamiento de las personas contagiadas, según Braulio, aunque destaca la coordinación con el servicio de Medicina Preventiva para controlar los casos de una manera muy efectiva. Durante este tiempo, ha sido él quien ha estado en contacto permanente con la residencia para conocer el estado de Elisa hasta que el pasado 20 de abril le dieron la noticia de su recuperación, lo que le permitirá volver a pasear por los alrededores del centro.
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