Según van pasando las semanas, la resistencia física (y mental) de los concursantes de Supervivientes 2020 va mermando poco a poco, y eso es lo que le pasó este miércoles a Rocío Flores.

José Antonio Avilés se empeñó en conseguir llevarse para el campamento un gran tronco que estaba atrapado en una pendiente, pero para ello solicitó la ayuda de su compañera, que acudió a echarle una mano.

"Te juro que no sé cómo sacar esto", afirmó el reportero de Viva la vida mientras tiraba del tronco. Rocío le solicitó un poco de colaboración para poder llegar hasta donde él estaba y, de esa manera, desengancharlo entre los dos.

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Pero no conseguían sacarlo: "Tú no estás muy bien", le señaló la joven a su compañero. Ivana Icardi acudió en su ayuda y les llevó un machete para que Avilés cortara algunas ramas. "La que estamos liando...", comentó la hija de Antonio David.

Al final, tras muchos esfuerzos, consiguieron desenganchar el tronco: "Para sacarlo hemos tardado más que la obra de El Escorial y nos ha dado más trabajo que el que tienen los Reyes Magos el 5 de enero por la noche", comentó el reportero.

Pero ese esfuerzo hizo mella en Rocío Flores, que volvió al campamento y no pudo evitar tener que tumbarse, mareada, en una esterilla junto a Barranco, al que confesó que "tengo ganas de llorar, te lo juro".