Carta del alumno marroquí agredido por el padre de un compañero con un martillo

  • El hijo del agresor le dijo: "Heil, Hitler. Putos moros de mierda".
  • Tras el insulto, ambos se pelearon.
  • Al día siguiente, el padre del chico le pegó en clase.
  • Tiene la retina desprendida y lo han expulsado del centro.

El alumno del instituto Lacetània, de Manresa (Barcelona), agredido por el padre de un alumno con el que se había peleado, ha escrito una carta, según publica El Periódico:

'Crónica de un martillazo en un instituto de Manresa'

'Soy el chico que fue víctima de una agresión con un martillo por parte del padre de otro alumno del instituto Lacetània, de Manresa. Mi origen es marroquí y eso, en este país, puede representar tu sentencia de muerte. Escribo esta carta para aclarar los hechos ocurridos el 14 de octubre, martes.

Mi origen es marroquí y eso, en este país, puede representar tu sentencia de muerte

El día antes, haciendo tutoría en clase y mientras hablaba con unos compañeros, R. S., un alumno al cual no conocía, me faltó al respeto por haber nacido en otro país. Me defendí, y entonces él se levantó y haciendo un gesto nazi, dijo: "Heil, Hitler. Putos moros de mierda".

Al salir del centro, vino a buscarme y me preguntó: "¿Quieres que lo solucionemos ahora?". Yo ya había olvidado lo de antes, pero respondí a la provocación. Nos peleamos en la calle, hasta que la conserje vino a separarnos. Él recibió un mordisco en el pecho, y yo, un puñetazo en el ojo y arañazos. No hubo ningún desmayo, ni nada de lo que él declaró.

El martes, la clase discurrió con normalidad, pero a las 10 de la mañana nos reunimos con la jefa de estudios para hablar de la pelea. R. S. afirmó: "En todos los colegios que he estado he tenido problemas con los extranjeros. Yo, a los extranjeros los ignoro; con ellos no me relaciono". Se decidió hablar con un mediador.

Un alumno al cual no conocía, me faltó al respeto por haber nacido en otro país

A las 11.30 horas, después de acabado el descanso y estando ya en clase, entró un hombre con un martillo en la mano, seguido por R. S. El hombre miraba a todo el mundo nervioso, hasta que dio un martillazo en la mesa que tenía más cerca, preguntó: "¿Dónde está el moro, dónde está el puto moro, dónde está el puto moro que pegó a mi hijo ayer?".

R. S. me señaló y le dijo: "Es ese". Avanzaron los dos hacia mí y el hombre me dio un martillazo en la cabeza. Por suerte, pude amortiguar el golpe y no me reventó el cráneo. R. S. también me golpeó, no sé con qué. Por fin, un compañero empujó al hombre y lo derribó, y entre todos lo redujeron. Después llegaron los profesores y los Mossos.

A causa de los golpes se me desprendió la retina; el médico dice que hay riesgo de que pierda el ojo si corro o levanto peso. Tengo miedo de caminar por Manresa. Me han expulsado del instituto, no sé si definitivamente. Vivo aquí desde que tenía 4 años; pienso en catalán. ¿Es este el precio que tengo que pagar por querer ser uno más?

K. D., Monistrol de Montserrat.

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