La Fiesta de la Trashumancia, que desde hace quince años se celebra en la capital, dejó ayer una nota amarga. Uno de los pastores participantes, conocido como Tino de 78 años, moría de una parada respiratoria al paso del rebaño por la plaza de la Villa.

Pese a este trágico suceso, un millar de ovejas merinas recorrieron la ciudad para recordar que lo que ahora son avenidas antes eran tan sólo caminos de pastoreo.

Estas vías que, según la Ley de Vías Pecuarias de 1998, permiten el paso de ganado, pueden también ser utilizadas para hacer senderismo a pie, en bicicleta o a caballo y tienen un gran valor histórico, pues tienen varios siglos de antigüedad. No obstante Ecologistas en Acción asegura que de los 4.200 kilómetros de cañadas (1.796 caminos) que tiene la región, "entre el 30 y el 35% de ellos están invadidos por infraestructuras lo que ha obligado a modificar las vías", explica el portavoz ecologista Juan García.

En Madrid, las vías pecuarias tienen una superficie de 13.000 hectáreas, equivalente a la del Monte del Pardo. Las más importantes son la Cañada Real Segoviana, que atraviesa la región de norte a sur, la Leonesa, que la corta transversalemente y la polémica Cañada Real Galiana, asediada de construcciones ilegales. "Fue en la década de los sesenta con el desarrollo industrial cuando estos caminos se devaluaron; al no tener uso fueron poco a poco ocupados por carreteras y desarrollos urbanísticos", aclara García.

La A-6 "asediada"

La carretera de la Coruña _(A-6) es una de las que más ha invadido las cañadas. "En Villalba hay un aparcamiento en una senda y en 48 kilómetros de caminos hay trece cruces de carreteras". Por eso no es de extrañar que las ovejas invadan la A-6, como ocurrió el 17 de octubre. El rebaño de Julio de la Losa, un pastor de Ávila que trae s sus merinas a Madrid, fue requisado por invadir continuamente la carretera.

En la comunidad, el pastoreo se ha ido reduciendo, sobre todo en los últimos cinco años en los que han ido extinguiéndose rebaños hasta quedar apenas una decena. En la actualidad sólo quedan ovejas trashumantes principalmente en Valdemorillo, la sierra norte, y Collado Villalba.