Varios reclusos del macrocentro penitenciario de Picassent (Valencia), el más grande de España, se han rebelado este viernes sobre las 12.45 horas en el módulo 10, que alberga a 115 internos condenados a penas cortas, y han tratado de incitar al resto de presos para que se unieran y no regresaran a las celdas tras el cierre del patio.
Según fuentes del sindicato de prisiones Acaip, "aún no están claros los motivos que han llevado a estos hechos, más allá del nerviosismo de los internos por la situación actual. A la difícil convivencia cada día en una prisión, hay que sumar la tensión y el miedo que esta pandemia provoca".
No en vano, la rebelión se ha producido justo cuando el Ejército prepara la instalación de un hospital de campaña en plena cárcel, que alberga en la actualidad a 2.200 reclusos, por la posible existencia de un brote de coronavirus.
Desde Acaip recalcan que varios funcionarios con experiencia en la cárcel Antonio Asunción han conseguido tranquilizar a los reclusos y evitar que la rebelión fuera a mayores.
Los reclusos están muy nerviosos, son población de riesgo, muchos tienen sida, tuberculosis o hepatitis. Temen verse contagiados por el coronavirus y morir
"Los reclusos están muy nerviosos, muchos saben que son población de riesgo porque tienen enfermedades como el sida, tuberculosis o hepatitis. Lógicamente temen verse contagiados por el coronavirus y morir. Las cárceles pueden ser como las residencias de mayores pero con reclusos", ha asegurado a 20minutos.es Jorge Vilas, presidente de prisiones de CSIF.
Los cabecillas de la rebelión, separados y castigados
No obstante, la dirección del centro penitenciario ha decidido separar a cinco de los cabecillas e instigadores de estos hechos del resto de reclusos para tratar de evitar así posibles nuevas rebeliones. Ahora, esos reclusos amotinados han sido trasladados a otros módulos del centro, donde se les aplicará un régimen de vida más restrictivo.
Acaip‐Ugt solicitará en el día de hoy de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias el traslado urgente de estos internos a otros centros penitenciarios y su clasificación en Primer Grado de tratamiento, que es el que se aplica a los internos que han protagonizado incidentes graves durante su estancia en prisión.
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