Los 95 vecinos de Torazo, respaldados por otros 1.400 de la comarca de la Sidra, han celebrado este sábado el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar con Don Felipe y Doña Letizia, y con la añoranza de los ciudadanos que emigraron a Iberoamérica.

A esos españoles que se fueron a México, Cuba, República Dominicana y Argentina se ha referido el Príncipe de Asturias en la entrega del Premio y ha reconocido que muchos de ellos lograron prosperar "hasta convertirse en un factor de avance económico y extraordinaria importancia".

Algunos de aquellos que emigraron o sus hijos han estado conversando con los Príncipes, que han dedicado más de dos horas a saludar a los vecinos de la región y a recorrer la aldea, casi de cuento, que ha merecido el galardón por haber recuperado viejas tradiciones y la rehabilitación de sus edificios, hórreos y casas, con las fachadas pintadas de llamativos colores.

Cercanos a todos

El paisaje que se ve desde esta pequeña aldea en el corazón de Asturias, con los Picos de Europa al fondo, unido al espléndido día, han permitido a los Príncipes saludar, si no a todos, a muchos de los asturianos que esperaban desde las ocho de la mañana su llegada.

El acto de entrega del Premio se ha celebrado en la Prazuela, ante la Iglesia de San Martín del Real, donde se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen, para cuya procesión el 16 de julio los vecinos han recuperado la confección de unos espectaculares ramos, elaborados con plantas, flores y panes.

Don Felipe, después de entregar el galardón a José Antonio Martínez, en representación de la comunidad vecinal, ha agradecido la hospitalidad de esta tierra, ha animado a los más jóvenes a aceptar el reto de emprender e innovar y ha indicado que en los tiempos actuales, la actividad agraria aún puede y debe ser un soporte esencial de la economía y jugar un papel fundamental en la conservación del medio ambiente.