Se despertó "al apercibirse de que estaba siendo penetrada vaginalmente". Esto fue precisamente lo que le ocurrió a una mujer en Alicante, el 9 de julio de 2006, tras quedarse dormida en un vehículo en el que viajaba junto a su pareja y un conocido, que ahora acaba de ser condenado a cuatro años de prisión por un delito de agresión sexual.

El ahora penado, nacido en Bolivia y con antecedentes penales no computables, estaba ese día en las inmediaciones del Castillo de Santa Bárbara de Alicante, en la "cancha de fútbol", un punto de encuentro habitual durante el fin de semana para personas de origen boliviano. La víctima, y su compañero sentimental acudían frecuentemente a ese lugar para vender comida y bebida y mantenían una "cierta amistad", según la sentencia, con el ahora penado.

El fallo relata que ella estaba "afectada por la ingesta de cerveza y el cansancio propio de la preparación durante la noche de los platos típicos de su país que pretendía vender", por lo que el condenado se ofreció a llevarla a ella y a su pareja a su vivienda. Mientras la víctima dormía en el vehículo, su compañero sentimental y el procesado sacaron las bolsas de comida y las llevaron al domicilio.

En un momento de descuido se montó en el coche "donde permanecía dormida" la víctima, que se despertó sobre las cinco de la madrugada, "al apercibirse de que estaba siendo penetrada vaginalmente". Gritó e intentó arañar a su agresor, según la sentencia, para zafarse de la agresión. Afortunadamente lo logró y su verdugo la condujo hasta las proximidades de su domicilio advirtiéndola de que "mejor era que estuviera callada si no quería que le pasara nada".

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