El sector de las floristerías se está marchitando a raíz del cierre de las tiendas por la crisis del coronavirus y la cancelación de bodas, comuniones, eventos o fiestas como las Fallas, la Semana Santa o la Fiesta de Abril. Paradójicamente, también se ha hundido la venta de flores ligadas a los funerales pese a que estos se han disparado.

"Toda la cadena de las flores está muy afectada, ya que es un producto perecedero. Hay mucho temor a la quiebra entre los floristas", asegura a 20minutos.es Olga Zarzuela, directora de la Asociación Española de Floristas (AEFI). En España hay 5.600 floristerías, en su gran mayoría formadas por Pymes y autónomos, que dan empleo a 16.000 trabajadores por cuenta ajena y unos 15.000 autónomos. 

Este el caso de Luis Martín, propietario de la floristería Verde Pimienta (Madrid). Su negocio está bastante diversificado y funcionaba muy bien: hacían reposiciones en hoteles, eventos, bodas, acuerdos con caterings, además de venta de calle y venta online, aunque no era su punto fuerte.

Pero el coronavirus lo ha cambiado todo. "Primero se cayeron los pedidos de las empresas por motivos de seguridad, antes del estado de alarma ya hubo muchas cancelaciones previas", recuerda. "Y después ya vino la hecatombe", sentencia el propietario de Verde Pimienta, quien recuerda que incluso se le cayó "una boda que se iba a celebrar el mismo día 14 de marzo".

"Ahora estoy resistiendo, pero si viene una segunda oleada de contagios y problemas tendré que cerrar el negocio y seguro que muchas otras floristerías también", admite. De hecho, según pronostica, "las bodas y los eventos, que son mi fuerte, no serán iguales, serán con menos gente y de menor presupuesto. La venta de calle también caerá porque, aunque un ramo de flores es un regalo asequible, el tique medio de gasto bajará por la crisis. Lo tenemos crudo". 

Un producto perecedero cuya producción no se puede parar

Aunque el ecommerce ha ido creciendo en los últimos años, la gran mayoría de las ventas se daban en las tiendas físicas: a la gente le gusta ver las flores, olerlas... Es un producto que, según recalca Olga Zarzuela (AEFI), "nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte, muy ligado a las emociones y los sentimientos, los colores, las alegrías y las tristezas". 

Con el confinamiento de la población y el cierre de las tiendas los ingresos se han bloqueado y, además, el stock se acumula, se marchita y se pierde. "Cuando las floristerías puedan reabrir tendrá que ser con el género perdido porque la flor no aguanta", se lamenta Olga Zarzuela (AEFI).

Muchos están intentado vender a través del negocio online y el telefónico, pero no es lo mismo. A la gente le gusta ver las flores, olerlas...

"Algunos están intentado vender a través del negocio online y el telefónico, que ya funcionaba desde siempre, pero no es lo mismo que la venta presencial", recalcan desde AEFI. También ha habido floristerías que han decidido "donar el stock sobrante a colectivos como los sanitarios que siguen al pie del cañón, al menos se sienten reconfortados", subrayan.  

La crisis golpea en plena temporada

Como le ocurre al sector turístico, el de las floristerías es muy estacional. La pandemia por Covid-19 ha tumbado al sector en plena temporada de bodas, comuniones, Fallas, Día del Padre, Semana Santa. Ahora peligran Sant Jordi (23 de abril), el Día de la Madre (3 de mayo)... 

El Gremi de Floristes de Catalunya ha creado un mapa online en su página web con la distribución geográfica de las floristerías que ofrecerán envíos a domicilio de rosas por Sant Jordi, al no poder hacerlo en puestos de la calle por el coronavirus.

Las zonas rurales, con problemas

En las zonas rurales las ventas de flores también están muy vinculadas a las fiestas, bodas, comuniones... Y casi todo, menos los funerales, se ha se ha suspendido. Las ventas online son marginales en la España rural. 

Mercedes Fernández, de la Floristería Casa Mercedes, ubicada en Santisteban del Puerto (Jaén), asegura a 20minutos.es que se le cayeron muchos pedidos del Día del Padre y le han cancelado varias bodas, incluso de septiembre. Además, explica: "en Andalucía se ha cancelado la Semana Santa y las romerías de festividades locales de muchos municipios, por lo que las floristerías lo estarán acusando mucho, sobre todo quienes hubieran realizado muchos encargos". 

"Hay flores que aguantan unos días, otras que duran más, dos o tres semanas"

En su caso, afirma que fue previsora y redujo mucho los pedidos. Evitó así acumular mucho stock que pudiera marchitarse y perderse. "Hay flores que aguantan unos días, otras que duran más, dos o tres semanas", explica. "Si son para regalos la flor tiene que estar perfecta, pero si son para arreglos funerarios sí pueden durar menos porque la gente quiere que estén bonitas ese día", asegura.

Algún oasis en medio del desierto

En medio del hundimiento del sector de las floristerías, algunas están teniendo éxito con la venta online al acaparar gran parte del mercado. Es el caso, por ejemplo, de floresnuevas.com, con sede en L'Eliana (Valencia). Su CEO, Javier Medina, asegura a este diario que sus ventas "se ha incrementado una barbaridad desde hace una semana, como nunca". Antes del estado de alarma sus ventas online eran inferiores a lo que vendían físicamente. 

"Hay pocas floristerías con venta online, debemos ser el 5%, y por eso estamos abarcando el negocio", asegura. "Nosotros enviamos flores a toda la península, ahora con Sant Jordi o el Día de la Madre tendremos picos gordos", indica.

Rosas rojas por motivos alegres

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"Sobre todo estamos vendiendo rosas rojas, muchísimas, pero no son para familiares de difuntos sino para temas alegres como detalles entre parejas, entre familiares distanciados, a madres, amigas...", explica Medina. En menor medida se venden margaritas, claveles y liliums.

En cambio, subraya que "el tema fúnebre está completamente parado, no se están celebrando velatorios, casi nadie entrega una corona o un centro fúnebre". Además, indica que, en su caso, la cancelación de fiestas como las Fallas les afectó muchísimo. "Los ramos de claveles llevan un proceso de algo más de dos semanas de preparación. Las floristerías habíamos comprado y pagado ese clavel, pero todo eso o bien se regaló, se vendió a precio de coste quien pudo o se tiró a la basura", recalca.

El sector pide ayudas oficiales para no sucumbir

Según explican desde la Asociación Española de Floristas, el sector está compuesto básicamente por Pymes y Autónomos, pequeños empresarios que, sin ingresos, tienen casi imposible hacer frente a los pagos. Aseguran que las medidas del Gobierno Central son "muy insuficientes". 

"El cese de actividad son 661 euros con los que no puedes pagar los costes fijos de la tienda, y además están los gastos de las familias", denuncia Olga Zarzuela. Incluso, explica: "Mucha gente ni siquiera tiene reconocido el cese de actividad, pero sí han llegado las obligaciones de pagos". 

Lo que necesitan las floristerías son ayudas directas, no créditos para tener que endeudarse más

Según denuncia, el Gobierno Central sólo ofrece créditos del ICO o aplazar pagos pero lo que necesitan, dicen, "son ayudas directas, no endeudarnos más". 

Desde AEFI, sí aplauden algunas iniciativas autonómicas y locales en este sentido, y de diferente color político, como las de la Comunidad de Madrid, Cantabria, Asturias, Cataluña, la Comunidad Valenciana, o el Ayuntamiento de Valencia, "que ha sido el más generoso". 

Pese a todo, se lamenta Olga Zarzuela: "Son ayudas escasas que se agotan muy rápido, así no podrán resistir la mayoría de las floristerías".