Estas monas han llegado a los hogares acompañadas de diplomas de reconocimiento agradeciendo a los niños su "valentía, solidaridad y responsabilidad" ante las medidas decretadas por la pandemia del coronavirus, destaca el consistorio en un comunicado.

Aunque no puedan salir de casa a comer la mona con familia y amigos, la iniciativa trata de que esta tradición no caiga en el olvido y todos puedan disfrutar de su cocodrilo de Pascua como cada mes de abril.

Los dulces se han elaborado y comprado en hornos de Sumacàrcer, fomentando así el apoyo al comercio local. No es la única iniciativa reciente, pues a los comerciantes se les ha entregado un kit de material de protección con guantes, gel y mascarillas para que cumplan con las medidas de seguridad para frenar la propagación del Covid-19.