Alma Bollo explica cómo fue dar a luz a su hija Jimena: "La noche más larga de mi vida. No sentí nada"

Alma Cortés Bollo, en octubre de 2019.
Alma Cortés Bollo, en octubre de 2019.
Cristóbal Dueñas / GTRES
Alma Cortés Bollo, en octubre de 2019.

Ya ha regresado a su canal de MtMad, apenas mes y poco después de dar a luz a los 20 años a su primera hija. Alma Bollo tiene muy claro que aquel fue uno de los momentos más especiales de su vida, aunque, la experiencia en sí misma, no sea del todo agradable al recuerdo.

Si en su primer vídeo tras su vuelta a la plataforma de Mediaset la hija de Raquel Bollo explicaba pormenorizadamente cómo eran las primeras semanas con la pequeña Jimena en casa y poco después se mudaba junto a su novio, Juan José, y enseñaba su nueva casa, su último vídeo no iba a ser menos autobiográfico.

En él ha relatado todo lo referente al parto, desde los más tiernos detalles o cómo fue hasta sus sentimientos y sentires durante el mismo aquella madrugada del 1 de febrero, aunque estaba programado para el día 8, justo una semana después, en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

"Fui al baño. Ahí me di cuenta que había expulsado el tapón mucoso", comienza reconociendo la modelo, que inmediatamente llamó a su ginecóloga, tal y como relata, y esta le abstuvo de de moverse de casa mientras no sintiera ningún dolor.

¿Entonces, cómo acabó dando a luz aquella misma noche? "Yo estaba normal pero mi cuñada, mi abuela... todas me dijeron que fuera al hospital. Allí me dijeron que había fisurado la bolsa y que me tenía que quedar ingresada", rememora Alma.

Ella, en ese momento, no tenía contracciones ni dolores de parto, nada, pero aún así los doctores le dijeron que si no daba a luz durante el transcurso de esa noche, se lo habrían de inducir, lo que por otra parte izo que sus nervios se comenzaran a descontrolar.

"Fue la noche más larga de mi vida", afirma la hija del difunto Chiquetete, que no comenzó a dilatar hasta pasadas las 10 de la noche. "Me tuvieron que romper la bolsa, me dolió muchísimo. No podía soportarlo, sentía que me iba a desmayar y pedí la epidural", continúa.

Fue a las 3 de la madrugada cuando los médicos le anunciaron que había dilatado completamente: "Entró mi madre para despedirse de mí y me subieron al paritorio, al que llegué a las 5 menos cuarto de la mañana, y a y cuarto ya estaba en el mundo. A la hora de empujar y tenerla no sentí nada".

A pesar de que así fuera, cuando habla de Jimena se ilumina el rostro de la joven madre, que no puede estar más feliz con su pequeña, y que termina reconociendo que merece tanto la pena que repetiría esa noche una y mil veces más.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento