Los trabajadores no esenciales que no vuelven el lunes: en edad de riesgo, embarazadas y enfermos crónicos

Un trabajador en una obra.
Un trabajador en una obra.
EUROPA PRESS - Archivo
Un trabajador en una obra.

La mayoría de los trabajadores de servicios considerados no esenciales volverán a sus puestos el lunes que viene, tras el permiso retribuido recuperable vigente entre el 30 de marzo y el 8 de abril. Sin embargo, no lo harán todos, porque según las medidas de precaución que ha dictado el Gobierno para este regreso quedarán fuera las personas en edad considerada de riesgo, las mujeres embarazas y los enfermos crónicos con dolencias pulmonares o cardiovasculares. Tampoco quienes experimenten algún síntoma de la enfermedad o haya estado en contacto "estrecho" con personas con el virus.

Los ministros de Sanidad y del Interior, Salvador Illa y Fernando Grande-Marlaska, han explicado este sábado en rueda de prensa para explicar cómo va a ser el regreso de la actividad no esencial este lunes, que han insistido en que no debe ser interpretado por la población como una relajación de las medidas de confinamiento para contener el coronavirus. "Seguimos estando confinados", ha reiterado el ministro de Sanidad, "como mínimo", hasta el 26 de abril, la fecha en a la que terminará la segunda prórroga del estado de alarma, aunque Pedro Sánchez adelantó este jueves en el Congreso que casi con toda seguridad deberá pedir otra extensión.

Hasta entonces, el cambio que se producirá este lunes -o el martes, en las comunidades donde sea aún festivo por Semana Santa- es el regreso a sus puestos de los trabajadores de actividades consideradas no esenciales que han permanecido en sus casas con un permiso retribuido recuperable entre el 30 de marzo y el 8 de abril.

Sin embargo, lo no harán todos porque Illa ha especificado los cuatro supuestos en los que el trabajador o trabajadora afectada deberán acudir al médico telefónicamente para que les dé una baja médica.

Ante la pregunta de "debo ir o no" a trabajar, el ministro ha dicho que la  respuesta será no cuando "si presenta sintomatología, por leve que sea, tos, fiebre o dificultades para respirar". Tampoco quienes "hayan estado en contacto estrecho con familiares o persona que hayan presentado síntomas o hayan sido diagnosticados con Covid-19".

También deberán pedir una baja médica en lugar de ir a trabajar las personas "vulnerables a la enfermedad por su edad", aunque Illa no ha especificado a partir de qué edad, las mujeres que estén embarazada o quienes tengan "afecciones crónicas cardiovasculares o pulmonares".

Estas salvedades sobre los profesionales que volverán al trabajo el lunes figuran dentro de la guía que ha elaborado el Gobierno sobre cómo ha de hacerse una reincorporación que, una vez más, Illa y Grand-Marlaska ha insistido en que no afectará a todos aquellos que puedan seguir trabajando desde sus casas.

Según ha explicado el ministro de Sanidad, en estas pautas hay "tres prioridades y una recomendación", que hace referencia a las mascarillas, que después de que el Gobierno primero descartara su uso y posteriormente valorara su uso obligatorio, ahora solo será recomendable en el caso de los trabajadores que se desplacen en transporte público, donde será difícil mantener la distancia mínima de seguridad de un metro. Según ha explicado Grande-Marlaska, los cuerpos y fuerzas de seguridad repartirán 10 millones de unidades el lunes y martes en los principales nodos de transporte de las ciudades españolas.

Las mascarillas son una opción -Grande-Marlaska ha descartado que se les pueda obligar a usarlas- que tendrá los trabajadores que uitlicen los transportes colectivos, aunque la primera recomendación sobre desplazamientos que hace el Gobierno es que, siempre que sea posible, acudan a sus trabajos en coches particulares, en bicicleta o incluso andando. En estos casos, Illa y Grande-Marlaska han dejado claro que la mascarilla "no es recomendable".

Si se va en coche  -o el taxi, ha apuntado Illa-, el usuario deberá procurar ir solo. En caso de que vaya acompañado, los integrantes del coche deberán sentarse en distintas filas del vehículo.

Distancia en la empresa

Por lo que respecta a las tres prioridades, son la distancia social, medidas de higiene personal -como lavarse frecuentemente las manos y evitar tocarse ojos, nariz y boca- y la higiene de los lugares. Para evitar la polémica sobre por qué el Gobierno ahora solo considera que las mascarillas son una recomendación, Illa ha asegurado que la limpieza de los lugares público es una medida "más importante".

Una vez en el centro de trabajo, la empresa deberá planificar la actividad de manera que los empleados puedan guardar una distancia de seguridad mínima de un metro, aunque lo "deseable" es que sean dos. Deberá ser así tanto en las entradas como en las salidas como en el lugar de trabajo propiamente dicho. Asimismo, Illa ha recomendado "escalar los horarios lo máximo posible" para espaciar lo más posible a los trabajadores.

En tiendas y otros establecimientos abiertos al público también se tomarán "medidas para minimizar el contacto entre trabajadores y clientes". Cuando sea posible, ha dicho, se habilitarán "mecanismos de de control de entradas" y todos lo clientes, cuando hagan cola, deberán guardar entre ellos la distancia de seguridad.

Cuando esta no pueda evitarse, la pauta del Gobierno es que la empresa deberá facilitar a sus empleados "protecciones individuales".

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