Zamora también acogió, de nuevo, el VII Congreso entre el 21 y el 24 de febrero de 2019, pero aquella primera edición de 1987, no solo convirtió a la ciudad en pionera del turismo religioso y epicentro nacional de la Semana de Pasión, sino que además contó con la Reina Sofía como presidenta del Comité de Honor del Congreso, con sede en el Palacio de la Diputación de Zamora.

Junto a la de la monarca, destacó también la presencia del nuncio del Vaticano en España, según recoge el acta del congreso de la Diputación y el Patronato Provincial de Turismo de Zamora, disponible en la Biblioteca Digital de Castilla y León.

A lo largo de cuatro jornadas de trabajo, cerca de 250 expertos y estudiosos de las cofradías trataron aspectos como la historia de las hermandades de Semana Santa, la religiosidad y mentalidad popular en la Semana Santa Española, sus aspectos artísticos o jurídico-institucionales, entre otros.

Como denomindor común, todas las ponencias giraron en torno a la idea de que "las cofradías han sido el soporte institucional en la celebración de la Semana Santa" y que "gracias a su labor ha sido posible conservar, no sin dificultades, tan peculiar manifestación de fe, materialmente depositada por el pueblo creyente bajo el patrocinio y protección de un sinfín de advocaciones", según recoge el acta del evento.

Así, cofradías y hermandades llegadas de todos los rincones de España inundaron la capital zamorana durante el primer fin de semana de aquel febrero para debatir el devenir y evolución de su papel en la Semana de Pasión.

RENOVACIÓN DE LA SANTA CENA

Además, en recuerdo de la celebración del I Congreso y siguiendo una idea del entonces alcalde de Zamora, Andrés Luis Calvo, propuso la financiación de un paso, según informa la Cofradía de la Vera Cruz zamorana.

La Junta de Semana Santa planteó entonces a todas las cofradías la idea pero, al no obtener respuesta, se tomó la determinación de realizar una nueva Santa Cena, con un concurso a nivel nacional que contó con la participación de los imagineros zamoranos Hipólito Pérez Calvo y Ricardo Flecha Barrio.

El jurado acordó dejar desierto el primer premio, que conllevaba la realización del grupo, y concedió el segundo galardón al cacereño residente en Salamanca -donde impartía docencia como Catedrático de Dibujo en el I.B. 'Torres Villarroel'-, Fernando Mayoral Dorado. Al que posteriormente se le encargó el grupo.

Esta nueva Santa Cena siguió la estructura de la anterior, es decir, la Institución de la Eucaristía. Las imágenes se realizaron siguiendo la técnica de los retratos, basados en personas cercanas a Mayoral.

Además, en homenaje a Zamora, plasmó en el rostro de Santiago el Mayor, el de Casimiro Lorenzo Prieto, encargado del paso de La Flagelación y célebre figura de la cofradía de la Vera Cruz.

Para continuar con el reconocimiento a la provincia, el imaginero también esculpió en madera una fuente de la alfarería de Pereruela de Sayago, así como una jarra de vino de este mismo pueblo y, como viandas, unas truchas sanabresas y una hogaza de Carbajales. Otro motivo a destacar es el perro de Judas, que está totalmente tumbado en el suelo avergonzado del acto de su dueño.

El paso de la Santa Cena se estrenó en el 1991 en la Plaza Mayor, desfilando sobre la mesa de La Sentencia y, desde entonces, recorre las calles de la capital zamorana cada Jueves Santo en recuerdo de la celebración del I Congreso de Cofradías y Hermandades de Semana Santa.

A causa de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, este año, la Santa Cena no realizará su recorrido habitual, aunque la Junta de Castilla y León ha puesto a disposición del público general todos los archivos que se pueden consultar 'online' acerca de la Semana Santa, así como de otros eventos y recursos culturales de la Comunidad.