El pabellón del Instituto Guttmann de Badalona, que habitualmente se usa para la rehabilitación de los pacientes neurológicos del centro, se ha convertido ya en un hospital de campaña para atender a pacientes leves de coronavirus. Se han habilitado 71 camas, que funcionarán como una extensión del Hospital Germans Trias y Pujol (Can Ruti), cuando este lo requiera.
Estos días, sanitarios de atención primaria se están formando en las instalaciones del centro badalonés para incorporarse cuando sea necesario. El director del Instituto Guttmann, Josep M. Ramírez, explica que se ha trabajado con mucho cuidado para garantizar la seguridad sanitaria en el centro, con la creación de accesos independientes para los pacientes Covid-19 que aseguran el aislamiento de todos los espacios.
Los operarios ya han terminado los trabajos para adecuar el pabellón del Instituto Guttmann en un tiempo récord, a pesar de que estos días todavía se están acabando de pulir algunos detalles, como el cierre del ventanal del edificio. Las camas ya están y la mayoría ya están vestidos y a punto para recibir a los primeros pacientes.
También se han instalado el sistema informático y la enfermería necesaria para atender a los pacientes que Can Ruti pueda acabar derivando. Además, se lo ha dotado con una instalación de oxígeno para la terapia respiratoria de los pacientes ingresados que la necesiten. El pabellón, sin embargo, de momento está vacío y hasta finales de semana o principios de la siguiente no se prevé que lleguen pacientes.
Y es que antes de que se empiece a utilizar el hospital de campaña del pabellón hace falta que la situación de colapso sea una realidad en Can Ruti y que se agoten también las otras 76 plazas disponibles en el edificio principal del Instituto Guttmann, donde ya la semana pasada se habilitaron dos unidades de hospitalización enteras para tratar a pacientes con Covid-19.
En estas unidades, que sí están en marcha, trabajan profesionales del Instituto Guttmann y de Can Ruti, mientras que al hospital de campaña se desplazarán profesionales sanitarios de atención primaria que ahora están recibiendo una formación específica. "En el caso del pabellón se trata de una cesión de espacio", comenta el director del Instituto Guttmann.
Además del pabellón, el centro de neurorehabilitación también ha puesto a disposición del Hospital Germans Trias la zona anexa del gimnasio, que funciona ahora como 'back office' del hospital de campaña. El Instituto Guttmann colabora también en aspectos logísticos como por ejemplo la cocina, el mantenimiento o la limpieza.
En cuanto a su funcionamiento, actuará "con una dinámica de hospital externo", explica el doctor Josep M. Ramírez. "La entrada es diferente para garantizar el aislamiento de los espacios limpios y sucios. Se ha diseñado con mucho cuidado y es impresionante que con una semana se haya hecho todo esto", añade. El director destaca también "la armonía y cohesión" entre profesionales de los dos centros.
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