Cuando estalló la crisis sanitaria, Bioinicia empezó a aprovisionar material y ahora que el instituto tecnológico textil (Aitex) le ha concedido las certificaciones necesarias, está en disposición de fabricar entre 20.000 y 30.000 m2 de rollos con nanofibras semanales. De cada metro cuadrado se pueden extraer unos 300 filtros de mascarilla, con lo que podrían generar entre 7 y 9 millones a la semana.

Así lo ha confirmado José Maria Lagarón, cofundador de la empresa y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a Europa Press. El investigador ha resaltado que Bioinicia ha logrado las tres principales certificaciones de Aitex: FFP1, FFP2 y FFP3, según el nivel de protección del tejido frente al Covid-19. Con la primera, de cada 100 virus pueden pasar 20, con la segunda dos, y con la última, la más restrictiva, podría colarse uno de cada 100.

En España existen fabricantes de material quirúrgico pero en su mayoría protegen de bacterias, aerosoles y fármacos y no sirven para proteger de los virus, que son más pequeños. El país tropieza aquí un "cuello de botella", no tiene material de base, ha explicado Lagarón.

A raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, Bioinicia, -que hasta la fecha fabricaba con otras finalidades: parches para liberar fármacos de forma controlada, implantes, etc.-- decide paralizar su producción y "reconvertir la planta" para rollos textiles destinados a filtros y mascarillas, en cooperación con el CSIC.

Las líneas de acción son dos. Por una parte, producir filtros para mascarillas permanentes, en las que únicamente se cambian estos filtros de la zona de la boca. Por otra parte, hacer el textil para mascarillas completas, enviando el tejido a los partners con los que trabaja en España, Reino Unido, Suiza, Hong Kong, China y Taiwán, que se encargarán de su confección.

Para ello, Bioinicia produce en 'Sala Blanca' -especialmente diseñada para obtener bajos niveles de contaminación- y con certificación de la Agencia Española del Medicamento.

PLANES Y PRIORIDADES

Su "prioridad" en este momento es atender la demanda local de la Comunitat Valenciana y ya está en conversaciones con el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) para ello. Durante los próximos seis meses quiere también cubrir las necesidades del resto de CCAA, y una vez que el país cuente con suficiente abastecimiento, dedicarse a los pedidos internacionales que ya ha empezado a recibir, ha precisado Lagarón.

De cara al futuro, el cofundador de Bioinicia ha avanzado un proyecto para hacer filtros biodegradables, que no tengan que incinerarse, con el objetivo de reducir la contaminación.

Y para "cuando el mercado de normalice", su intención es "expandir" la línea actual que ha emprendido con un crédito del Ministerio de Industria que multiplicaría su capacidad de fabricar nanofibras, hoy situada en 10 toneladas al año. De obtener esa financiación extra, Lagarón calcula que su capacidad de fabricación se multiplicaría por 2,5.