El objetivo de esta medida es compensar la bajada de ventas por la crisis del coronavirus hasta el mes de junio y garantizar un abastecimiento adecuado para los consumidores, según ha informado la Conselleria en una nota de prensa.

En el mes de marzo, la lonja de Palma ha bajado cerca de un 50 por ciento su volumen de ventas, lo que según el Govern compromete gravemente su estabilidad, ya que los costes de funcionamiento son de 50.000 euros mensuales. Otros puntos de primera venta como Ciutadella también han bajado un 30 por ciento; o los de Sant Antoni y Formentera, también con un 50 por ciento cada uno.

La ayuda se establecerá teniendo en cuenta la diferencia entre los volúmenes de venta de los meses de marzo de 2019 y de 2020. Esta línea se nutre de fondos europeos de pesca y se otorgará con efecto retroactivo, desde el primer día decretado de estado de alarma hasta el 30 de junio.

En una reunión esta mañana con técnicos de la Conselleria, se ha empezado a definir también la ayuda de capital circulante que recibirán las embarcaciones que han continuado trabajando.

En cuanto a las que han parado temporalmente o se quieren acoger a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, el Govern está pendiente de instrucciones por parte del Ministerio, ya que ha de desarrollar la flexibilización aprobada por Europa.