Los españoles envueltos en la polémica fiesta en Australia durante la pandemia dicen ser víctimas de insultos "racistas"

Portada de un medio australiano en el que se llama a los participantes en la fiesta "manada de imbéciles".
Portada de un medio australiano en el que se llama a los participantes en la fiesta "manada de imbéciles".
20Minutos
Portada de un medio australiano en el que se llama a los participantes en la fiesta "manada de imbéciles".

En los últimos días ha estallado una importante polémica en Australia después de que unas imágenes en las que se veía a un grupo de jóvenes extranjeros supuestamente celebrando una fiesta pese a las restricciones en vigor por el coronavirus se publicasen en diversos medios locales.

Dichos medios, que destacaban el origen europeo y especialmente español de estos jóvenes, llegaban a referirse a ellos como "una manada de imbéciles" y "mochileros", e incluso daban voz a vecinos de la localidad de Bondi (en la que tuvo lugar el suceso y en la que se alojan numerosos jóvenes extranjeros) que pedían la expulsión de  extranjeros del país.

Sin embargo, los jóvenes implicados consideran que el trato que han recibido ha sido injusto y que están siendo víctimas de "ataques racistas". 

"Todos vivimos en el mismo bloque"

"Estábamos quince personas cenando y haciendo una barbacoa, un martes a las 9 de la noche. Ni siquiera teníamos música puesta. No es como si fuera una orgía romana ni nada por el estilo", explica a 20minutos Alberto, uno de los presentes en el evento. Además, sostiene que no estaban celebrando una fiesta; según él, todos los presentes viven en el mismo bloque, y tienen que tener contacto necesariamente para acceder a sus viviendas, de entre ocho y nueve personas cada una, debido a unas obras en la entrada principal que obliga a los residentes a "literalmente atravesar nuestro piso".

"Lo que ocurrió es que un vecino, que se ha quejado en otras ocasiones por el ruido, se acercó y empezó a grabarnos. Después vino y comenzó a golpear la valla, gritar e insultarnos". Esta persona posteriormente avisó a la policía, que se personó en la vivienda.

"De hecho, los policías fueron muy amables. Cuando llegaron, todos estábamos ya en nuestros pisos, y simplemente nos explicaron que no podíamos juntarnos así por las restricciones y que si volvía a haber quejas nos multarían. Pero ni siquiera quisieron pasar o identificarnos". Alberto explica también que posteriormente no se ha producido ningún incidente.

"Ataques racistas"

De acuerdo con el joven, "los medios están vendiendo esta idea de que somos los extranjeros los que estamos propagando el virus, cuando la realidad es que hay enfermos australianos y de todas las nacionalidades. Destacan continuamente que somos europeos y en concreto españoles porque en el vídeo reconocen nuestro acento, cuando aquí hay más nacionalidades, como franceses o suecos".

Además, "nos llaman 'backpackers' (mochileros) cuando no es que hayamos venido aquí a vivir la vida bohemia y montar fiestas. Todos estamos trabajando o estudiando, con los visados correspondientes en regla", señala Alberto.

De hecho, el motivo de la cena "era despedirnos de la única compañera, sueca, que se marcha del piso a un 'farm job'. Las chicas de su piso, incluso, se han hecho las pruebas del virus recientemente y han dado negativo".

"Hemos visto toda clase de comentarios en las redes sociales. Y lo puedo comprender, pero lo que no entiendo es el comportamiento de los medios", dice Alberto.

"No quiero que mi imagen esté por ahí dando vueltas"

Otro de los puntos que critican es el hecho de que se hayan usado las imágenes sin su permiso. "Nos han grabado en una propiedad privada, cenando y hablando, y algunos medios ni siquiera se han molestado en tapar nuestras caras. Y nos hemos hecho virales. No quiero que mi imagen esté por ahí dando vueltas". Según Alberto, uno de los jóvenes, a quien en el vídeo se aprecia acercándose al vecino que grababa la escena, se ha puesto en contacto con un abogado para sopesar posibles opciones.

"Lo que quiere es que tapen su imagen y no puedan utilizarla. Porque si en el futuro aparece otra noticia sobre 'backpackers' o sobre Bondi, su imagen va a aparecer reflejada".

Precisamente, Bondi es el epicentro de un brote de coronavirus, debido en parte a la gran asistencia a una playa local justo antes de que entrasen en vigor las medidas, así como por una fiesta que tuvo lugar poco antes del incidente. En otro caso, se grabaron también imágenes de un grupo de personas que se alojan en un hostal cercano, que suscitaron una polémica similar.

"Es absurdo. También se criticó a estas personas por estar 'montando una fiesta', cuando la realidad es que viven todos juntos en el mismo hostal. Duermen en habitaciones conjuntas, de hasta diez personas, y comen en un comedor común. No pueden mantener más distancia entre ellos".

"Nos hemos hecho virales"

"Cuando mi familia vio la noticia", explica Alberto, "me escribieron diciéndome que si éramos nosotros. Y yo les expliqué que no es como lo cuentan".

Esta es la mayor preocupación de estos jóvenes; que su imagen pueda verse perjudicada por la cobertura mediática del suceso. "Lo han contado como han querido y no han querido hacer caso a nuestra versión. Y, por mucho que haya ocurrido en Australia, ¿Qué mas da? Las imágenes pueden llegar a Europa. De hecho ya han llegado".

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