UGT insta a Gobierno y patronal a "aprender la lección" y acabar con la "precariedad" en la dependencia

La Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha instado al Gobierno de Cantabria y a la patronal de empresas de atención a la dependencia a "aprender la lección" de los efectos causados por pandemia del Covid-19 en las residencias de mayores, donde, según dice, han fallecido uno de cada tres afectados, para "acabar de una vez por todas con la precariedad laboral" de sus trabajadores.

En un comunicado, la responsable regional del sector de Dependencia de UGT, Margarita Pelayo, señala que con el Covid-19 "se ha abierto la caja de pandora" en la atención a mayores y dependientes, que desde hace años viene sufriendo una "precariedad laboral" de sus trabajadores "insostenible".

En este sentido, Pelayo recuerda que desde hace "muchos años" vienen denunciando que las plantillas, especialmente de geroculturas, trabajan "bajo mínimos" todo el año, los ratios de personal son "insuficientes" y hay una sobrecarga de trabajo y funciones "intolerable" y "se hace de enfermera, de gerucoltora y hasta de limpiadora al mismo tiempo".

La sindicalista añade que "para colmo de males, la salud laboral nunca se ha desarrollado bien en las residencias" y los equipos de protección individual "tan deseados ahora", se han tenido que reclamar "muchas veces" con denuncias a la Inspección de Trabajo; y "en la mayoría de los centros no hay enfermeras ni enfermeros o sólo los hay de lunes a viernes en el turno de mañana", asegura.

Para Pelayo, si algo ha demostrado la pandemia es que "el modelo y el espíritu de la atención a la dependencia no es válido", por lo que "algo que tienen que asumir las empresas y el Gobierno regional", ya que "no hay que olvidar" que la mayoría de las plazas son concertadas.

"En estos momento no se trata de buscar culpables, lo que toca es hacer lo posible y lo imposible por cuidar de nuestros mayores y dependientes, aunque la lección que debe ser aprendida es la necesidad de cambiar el espíritu de la atención a la dependencia", reitera.

Para Pelayo, este sector "nunca debió, ni deberá ser un negocio", porque es una actividad asistencial para "asegurar las mejores condiciones" para mayores y dependientes, y para prestar una atención "de calidad" se requiere más personal y con las "suficientes garantías" laborales y salariales.

En este sentido, la responsable regional de Dependencia de UGT recuerda que el hecho de que esta actividad profesional asistencial sea en su mayor parte desarrollada por mujeres, provoca que su convenio colectivo sea "de los más precarios de toda España" y en eso, a su juicio, "tiene que ver mucho la patronal, que sigue negándose a firmar uno nuevo más adecuado a los tiempos actuales".

"Cuando pase lo urgente, tendremos que sentarnos a hablar de lo ordinario, con sosiego pero con premura, si no queremos ver como los profesionales de este sector se marchan al Servicio Cántabro de Salud en busca de una calidad de vida y de empleo, acabando con las expectativas atrayentes para que nuevas generaciones tengan ilusión por desempeñar esta actividad", concluye Pelayo.

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