La odisea de padres españoles de bebés de gestación subrogada, atrapados en Kiev por el coronavirus: "Los visados van a caducar y los bebés están indefensos"

Mar, su pareja y su hija aseguran que no pueden regresar a España y que pronto quedarán sin cobertura sanitaria.
Mar, su pareja y su hija.
cedida / 20minutos
Mar, su pareja y su hija aseguran que no pueden regresar a España y que pronto quedarán sin cobertura sanitaria.

El coronavirus ha supuesto una perturbación sin precedentes de los viajes internacionales. Los cierres de fronteras, cancelaciones de vuelos y restricciones impuestas a los viajeros han obligado a muchas personas a cancelar sus viajes y incluso a que muchas otras tengan que buscar maneras extraordinarias de volver a casa.

Muchos países, incluyendo España, han organizado repatriaciones de sus ciudadanos desde todas las esquinas del mundo. Pero la realidad es que no todos han podido acogerse a ellas.

A medida que la epidemia avanza, algunas personas se ven envueltas en situaciones cada vez más complicadas y sus perspectivas de regreso empeoran. Es el caso de Mar y su marido, una pareja que ha querido contar su historia a 20minutos. Esta pareja viajó en febrero a Kiev (Ucrania) a recoger a su nueva hija, nacida por gestación subrogada (legal en el país de Europa del este) y fueron sorprendidos por el repentino impacto del virus, que, según dicen, les ha "atrapado en Kiev".

"Los aeropuertos y fronteras están cerrados"

"Viajamos el día 16 de febrero, cuando nuestra pequeña ya había nacido prematuramente, dos meses antes de su fecha prevista de parto", explica Mar. Desde entonces, el país ha visto más de 660 contagios y 17 muertes por el virus, se ha impuesto una cuarentena hasta el 24 de abril, y ha cerrado sus fronteras y aeropuertos. Si estas medidas se alargan, temen que sus visados caduquen antes de poder regresar a España.

"Cada día aumentan los casos", afirma Mar. "Al empezar, se pusieron medidas muy estrictas: El aeropuerto y los trasportes están cerrados, tanto en Kiev como con otras ciudades de Ucrania y sus fronteras. También se han cerrado los bares y zonas de ocio, y en los supermercados se entra en grupos reducidos y siempre mascarilla y guantes. Se permite salir a la calle, pero la gente es muy consciente".

"Tenemos miedo que esto nos afecte aquí: no conocemos los hospitales y el idioma es una limitación muy importante."

Varias parejas en la misma situación

Como otras parejas que viajaron a Ucrania por la misma razón, Mar y su marido están en el país con un visado de turistas, que tiene una duración máxima de 90 días. "Nos pusimos en contacto con otras parejas a través de hay una plataforma creada en redes sociales llamada 'Apingu', durante el embarazo de nuestras gestantes, con lo que compartimos una buena relación todas las parejas. Aquí hay varias parejas que nos alojamos en el mismo edificio de apartamentos facilitado por la clínica de reproducción asistida donde hemos realizado nuestro proceso de maternidad subrogada."

"Nuestro visado es de turistas, y dura 90 días, tras este tiempo pasado, no sabemos que solución nos darán, ya que hay parejas que les está a punto de caducar". Tras este plazo, quedarán sin cobertura sanitaria: "Tenemos una cobertura sanitaria contratada desde España, pero que tiene una duración igual a la del visado, y no puede aumentarse. Mi hija no tiene cobertura sanitaria, ya que no es española, ni tampoco ucraniana"

"Nos denegaron la nacionalidad de nuestra hija"

Precisamente, una de las mayores complicaciones es la situación legal de su hija. "Aquí figura como nuestra hija y la gestante no figura en ningún documento. Sin embargo, el año pasado en febrero el gobierno español decidió realizar una recomendación administrativa por la cual nuestros hijos no se reconocían como españoles".

"Esta instrucción no es una ley, así que llevamos la prueba de ADN a la embajada, tras registrarlos en el registro civil, pero nos denegaron el reconocimiento de su nacionalidad española, pese a haber nacido de padres españoles" narra Mar, en referencia a que los bebés nacidos por gestación subrogada comparten el ADN de los padres receptores, y no de la mujer que da a luz al bebé.

"Nos dicen que debemos ir al ministerio de Asuntos Exteriores y a inmigración para gestionar su ciudadanía ucraniana, y posteriormente se obtiene el pasaporte ucraniano para que el bebé viaje a España". Una vez en el país de destino, detalla, "el bebé no es reconocido como español, y hay que realizar unos trámites para reconocer la filiación y su posterior inscripción".

Y prosigue: "El trámite para la obtención del pasaporte ucraniano suele tardar unos 3 meses desde el nacimiento del bebé, pero a causa de la pandemia están cerradas las administraciones y no sabemos cuando podremos iniciarlas para regresar". El tiempo apremia: "Es un bebé prematuro que precisa atención especializada de diferentes especialistas médicos".

"En Ucrania somos padres biológicos; en España reconocerán a su padre biológico y yo tendré que realizar un proceso de adopción a pesar de que sea mi hija", concluye.

Su madre, ingresada con neumonía por coronavirus

Pero las dificultades que puede suponer enfermar (tanto ellos como el bebé) en Ucrania no son la única razón por la que Mar necesita urgentemente regresar a España.

Según cuenta, su madre, que antes de la pandemia era residente de una residencia de ancianos, ha tenido que ser ingresada por una neumonía provocada por el Covid-19. 

"De momento responde bien, no sabemos cuando será dada el alta, depende de su evolución, pero no sabemos si llevarla de nuevo a la residencia ya que allí el riesgo es grande. El ingreso está siendo muy duro, ya que ella se encuentra desubicada sin ningún familiar y sola, y con toda la lejanía no es fácil llevar esta dura situación", se lamenta Mar.

"La embajada no se hace cargo de lo que conlleva esta pandemia"

Todas estas parejas han tratado en vano de encontrar una solución a su situación a través de la embajada o del ministerio de Exteriores, pero hasta ahora ha sido en vano: "Solicitamos un salvaconducto para poder agilizar los papeles o realizarlos en nuestro país, al igual que otras parejas que han repatriado en la misma condición de otros países, incluso de españoles en EE UU". Según explica, nos responden remitiéndonos a la situación administrativa del año pasado, y sin hacerse cargo de todo lo que conlleva una pandemia como esta sin que sepamos cuando podremos volver a nuestra casa con unos menores indefensos".

Así, la situación de Mar y su marido, como la del resto de parejas en condiciones parecidas, continúa siendo incierta: "Estamos atrapados, sin sanidad, con los visados a punto de caducar y con nuestros hijos indefensos", concluye.

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