
La mejor forma de cuidar la alimentación es comer frutas y verduras en abundancia. Si además de consumir las cinco raciones recomendadas al día las consumimos de temporada, los beneficios de multiplican, pues además hacerle un favor a nuestra salud, se lo haremos al planeta -es mucho más ecológica por no tener que traerla de lejos-, a los agricultores locales y a nuestro bolsillo, pues son más baratas. Desde el Ministerio de Sanidad, de Agricultura hasta la OCU pasando por organizaciones ecologistas, todas estas organizaciones y muchas más recomiendan que consumamos frutas y verduras de temporada por este motivo.
En abril, primer mes completo de primavera, todavía no encontramos gran variedad de fruta, aunque sí bastante de verduras. Las de la siguiente lista son algunas de las que encontraréis en su punto óptimo de maduración.
Frutas
•Aguacate: Ya queda poco para que podamos disfrutar de esta deliciosa fruta sin tener que importarla. El secreto de su éxito, además de característico sabor, sus propiedades para cuidar el corazón y la piel gracias a sus grasas saludables, muy parecidas a las del aceite de oliva.
•Frambuesa: Otra fruta que se está despidiendo es la frambuesa, tan delicada y frágil como nutritiva. Rica en vitaminas del grupo B y antioxidantes, como los betacarotenos o la vitamina C, tiene, además, muy bajo contenido en azúcar.
•Fresa-fresón: Muy rica en antioxidantes, así como magnesio, potasio o fósforo, la fresa, además de deliciosa, contiene hierro para prevenir la anemia y sus granos de la fresa, los aquenios, estimulan suavemente el tránsito intestinal.
•Kiwi: Es una de las frutas que nos ayudan a mantener unos niveles óptimos de vitamina C durante todo el invierno, por eso, con el comienzo de la primavera, empieza a perder su punto óptimo maduración y en el mes de abril ya está dando sus últimos coletazos.
•Limón: No hay mes en el que no podamos disfrutar del limón y sus múltiples propiedades como aderezo, tanto en bebidas como en comidas, dulces o saladas. Además, es un potente antioxidante, astringente y antiácido.
•Manzana: Digestiva, rica en fibra, buena para prevenir enfermedades cardiovasculares, suave con el estómago y el intestino… Por algo se dice que la manzana es la fruta más sana del mundo. Sea así o no, es una suerte poder disfrutar de ella todo el año en alguna de sus variedades.
•Naranja: Entera o en zumo, siempre es un buen momento para disfrutar de una rica naranja, una frita famosa por su gran cantidad de vitamina C, fibra y flavonoides que contiene. Su único ‘efecto secundario’ no deseado es su acidez, que puede causar problemas a personas con reflujo o alguna patología digestiva
•Níspero: La época del níspero es breve, pues solo está entre nosotros durante la primavera. Por eso hay que aprovechar estos meses para disfrutar de sus múltiples beneficios, como su gran abundancia en betacarotenos -un gran antioxidante-, fibra y potasio.
•Plátano: Aunque tiene fama de tener muchas calorías, lo cierto es que el plátano, aunque tiene más azúcar que otras frutas, está recomendado en cualquier tipo de dieta, especialmente en la de los deportistas. Además, es rica en potasio y magnesio y muy digestiva y dulce, lo que la hace apta para todo el mundo.
•Pomelo: Otro cítrico que nos abandonará en bree es el pomelo, así que es hora de apresurarse a consumir esta fruta de peculiar sabor e infinitas propiedades, como, su gran cantidad de vitamina C, ácido fólico o los famosos betacarotenos.

Verduras
•Acelga: Consumir verduras de hoja verde varias veces a la semana es indispensable para llevar una dieta sana y equilibrada. Si además, son acelgas, mejor, pues, a pesar de su neutro sabor, es muy rica en vitamina C, ácido fólico, vitaminas A, E y B, magnesio…
•Ajo: El ajo se conserva muy bien, y gracias a eso podemos disfrutar de su delicioso sabor y propiedades en todas las estaciones. Es muy rico en minerales y se le atribuyen muchos beneficios, desde mejorar el sistema inmune hasta ayudar a regular el colesterol.
•Alcachofa: Su aspecto rugoso y si leve sabor amargo esconden una de las verduras más deliciosas, tiernas y nutritivas. Rica en fibra, ayuda al tránsito intestinal y sustancias que contiene, como la cinarina, que ayuda a proteger y favorece la función del hígado a regular la insulina. De ahí su fama como verdura depurativa.
•Apio: Rica en potasio, el apio ayuda a eliminar líquidos y a prevenir la hinchazón abdominal. Además, favorece la digestión y es muy rica en magnesio.
•Brócoli: Durante el mes de abril todavía se puede disfrutar de las innumerables propiedades del brócoli, muy rico en nutrientes beneficiosos, como vitaminas del grupo B, C y A, hierro o fitoestrógenos que ayudan a hacer más llevadera la etapa de la menopausia.
•Cebolla: Existen tantas variedades que es imposible quedarse sin ella a lo largo del año. Y es una suerte, pues además de riquísima, cruda o cocinada, nos ayuda a eliminar líquidos y es antioxidante y prebiótica, ideal para mantener sana la flora intestinal.
•Coliflor: La fibra y los compuestos azufrados que contiene a veces la hacen un poco indigesta, pero esto no le resta un ápice de sus múltiples beneficios, como su gran poder antioxidante gracias a la vitamina C que contiene.
•Endibia: Al igual que a la alcachofa, a la endibia se le atribuyen propiedades beneficiosas para el hígado. En su caso gracias a contiene intibina, una sustancia que le confiere característico sabor amargo. También es una excelente fuente de ácido fólico, ideal para las embarazadas.
•Espárrago verde: Estamos en plena temporada del espárrago verde, una verdura tan deliciosa como nutritiva. Además de gran cantidad de ácido fólico, contiene vitaminas A, C, E y K, es diurético y laxante y ayuda a mantener los huesos fuertes.
•Espinaca: Las espinacas son ricas en hierro y ácido fólico, por eso, consumidas crudas, son un excelente alimento para consumir durante la gestación. Además, contiene muchos antioxidantes y ayuda combatir el estreñimiento.
•Guisante: A caballo entre las verduras y las legumbres, los guisantes son muy ricos en proteínas, especialmente en el aminoácido lisina, por lo que no puede faltar en las dietas vegetarianas. Además, son ricos en vitamina C, ácido fólico y hierro.
•Haba: Por fin podemos disfrutar de este tierno y rico vegetal que, al igual que el guisante, se considera medio legumbre y medio verdura. Con más proteínas que una verdura y menos que una legumbre convencional, es muy rica en fibra y ácido fólico.
•Lechuga: Es una de las verduras más universales, imprescindible en cualquier ensalada. Como la mayoría de las de hoja verde, es muy rica en ácido fólico y potasio, por lo que ayuda a eliminar líquidos. La escarola es, además, rica en flavonoides.
•Remolacha: A pesar de lo que pueda pensarse, esta remolacha no es muy rica en azúcar, pues la variedad morada que se utiliza en la cocina contiene abundante fibra y es pobre en calorías. Además, es rica en nutrientes como varias vitaminas del grupo B, fósforo, hierro y yodo.
•Repollo: Consumida tanto cruda como cocinada, esta col es rica en vitamina C y otras como la A o las del grupo B, además de hierro, potasio y magnesio, entre otros minerales. Su único pero, al igual que la coliflor, es que puede llegar a ser muy flatulenta e indigesta para algunas personas.
•Zanahoria: Tal vez no sea milagrosa para la vista como se decía hace unos años, pero la zanahoria tiene enormes propiedades y es un alimento muy rico en vitamina A y carotenos, así como en vitaminas E y C. Además, es muy suave y digestiva.
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