El 40% de los ciclomotores que acuden a pasar la ITV no logran superar el control y por ahora, sólo una pequeña parte de los 37.456 vehículos de este tipo que hay en Zaragoza han accedido a la inspección. Exceso de velocidad, ruido y alumbrado deficiente son las principales causas que echan para atrás a los ciclomotores, muchos de los cuales están trucados y pueden suponer un peligro para la circulación.

Este es el primer año que la ITV es obligatoria para los ciclomotores de menos de 50 cc, que en breve contarán además con un servicio específico para ellos en el casco urbano de la capital aragonesa (por ahora están disponibles las ITV de Malpica y Utebo).

En Zaragoza, desde enero han pasado por la inspección únicamente 3.445 ciclomotores (el 9% del total), de los cuales 1.393 fueron rechazados en el primer control (el 40,4%), según los últimos datos del departamento de Industria del Gobierno aragonés.

La mayoría de los que no superan el control se quedan fuera porque ruedan a más de 62 km/h, que es el límite que se permite en la ITV (el legal es de 45 km/h, pero el margen se amplía en la inspección), o bien porque producen un ruido excesivo (suelen llevar el motor trucado). Defectos en los faros, luces rotas o señalización incorrecta son las otras razones que les impiden pasar la ITV.

En todo Aragón, en lo que va de año han accedido a la revisión 6.080 ciclomotores, de los cuales han sido rechazados 2.296 (el 37,7%). Sin embargo, aún hay muchos que no han pasado la inspección. En toda la Comunidad hay 56.940 de estos vehículos.

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